miércoles, 25 de junio de 2014

Para ser feliz tomo decisiones




Me encanta la frase que dice “¿Tomas algo para ser feliz? Sí, tomo decisiones.”

La toma de decisiones implica elegir y son, precisamente, nuestras elecciones diarias lo que van haciendo nuestra vida.

Lo que eres hoy, lo que tienes, con quien estás y lo que estás viviendo son producto de tus decisiones y elecciones de ayer.

¿Eres feliz? ¿Te gusta tu vida? ¿Elegiste tú? ¿Dejaste que otros eligieran por ti? ¿Te gustaría cambiar tu vida? Preguntas difíciles ¿verdad?

El pasado no lo podemos cambiar y del presente quizá algunas cosas no, pero otras estoy segura de que sí. Son estos cambios lo que te traerá un futuro mejor. ¿No es en lo que todos pensamos, en un futuro mejor que nunca llega? No es cuestión de esperarlo, se trata de crearlo.

Ese futuro mejor no llega porque no actuamos en el presente, el futuro no se fabrica por azar o por suerte. Empieza a hacer cambios hoy y créate un futuro mejor. Un día será un presente que te permitirá seguir construyendo mejores futuros.

Todo es cuestión de decidir hacer cambios.


¿Qué cambios son esos?

Haz un repaso de tu vida y observa lo que no te gusta, lo que puedes cambiar, lo que puedes eliminar, lo que puedes mejorar y empieza por algo, aunque sea pequeño.

Cuando empieces a ver resultados, te animarás a seguir haciendo cambios. Cuidado, porque es adictivo y contagioso.

Seguro que conoces a alguien a quien has visto hacer un giro en su vida. La primera pregunta que le haces es ¿qué has hecho para estar tan bien? Y las posibles repuestas: cambié de trabajo, me separé, empecé a hacer deporte, me casé… o eliminé de mi vida lo que no me dejaba ser feliz. Cada uno tendrá sus propios frenos.

Si haces cambios ¿será tu vida un remanso de paz y felicidad? No, rotundamente no. La vida es una continua toma de decisiones y elecciones que conllevan miedo, inseguridad, incertidumbre. Y esto es lo que no nos gusta porque supone un esfuerzo, pero todo tiene un precio.

Es por eso que la felicidad es una elección, es una decisión. No se compra, no se vende, no se aprende, no está en los libros.

Hay elecciones que te ayudarán a estar mejor, sea como sea tu vida.

Elije tu actitud. Es la actitud la que dicta tus pensamientos, estos tus decisiones y como consecuencia tus resultados. En cada situación del día puedes elegir cómo reaccionar. No siempre lo hacemos de la mejor manera, pero con la práctica el tiempo entre la elección y la reacción se hace más largo. Sentirás que eres tú quien domina, no tu mente.

Elije tus hábitos. Todos tenemos hábitos que no nos ayudan a estar mejor. Si empiezas por uno de ellos y “decides” comprometerte a cambiarlo, el resultado será positivo “impepinablemente”. ¿Qué hábito vas a cambiar?
De la misma manera puedes incorporar nuevos buenos hábitos que sabes que sólo te traerán beneficios. ¿Cuál será el primero?

Elije tu compañía. Huye de las personas negativas, de las quejicas, de aquellas que sólo buscan aprovecharse de los demás, de las que están al tanto de la última mala noticia. No podemos evitar que nos hagan daño la primera vez, pero seguir cerca es una elección tuya.

Elije un tiempo para ti. Pensar en ti, tener tu tiempo, tu espacio y tu libertad no es ser egoísta. Es una necesidad. Para estar bien, lo primero es cuidarte física, mentalmente y espiritualmente.

Elije tus pensamientos. Quizá estés pensando que es fácil decirlo. Y te doy la razón, es fácil decirlo y difícil hacerlo. Pero si no empiezas, más difícil será que todo vaya mejor.

Gracias a que todo esto no es nada fácil, yo tengo trabajo… y tú también. Así que no le des más vueltas, no hay atajos para llegar a la felicidad. Has de empezar trabajando en ti y ese es el trabajo más difícil, pero el mejor remunerado.


¡Empieza tomando decisiones!

Por Mª Victoria Martínez Lojendio

No hay comentarios:

Publicar un comentario