lunes, 31 de mayo de 2010

Coaching e inspiración: La vida sí tiene sentido

José Ma. García

Un antiguo texto de los Vedas, llamado Upanishad, afirma lo siguiente:

"Eres como el profundo deseo que te impulsa. Como es tu deseo, así es tu intención. Como es tu intención, así es tu voluntad. Como es tu voluntad, así son tus actos. Como son tus actos, así es tu destino".

A lo largo de las sesiones de coaching, he tenido la oportunidad de contrastar la sabiduría profunda que se oculta en estas antiguas palabras.

He de reconocer que me gusta jugar con las palabras y, en esta ocasión, además de recordarme el esquema de los 5 pasos de la entrevista del Sistema de TISOC, el resultado del juego me entusiasmó.

¿Quieres acompañarme en el juego?... ¡Bien! Comenzamos. Enfoca tu atención en las palabras resaltadas en negrita, a saber: Deseo, Intención, Voluntad, Actos.

¿Ya lograste el enfoque, verdad?... ¡Estupendo! Continuamos:

Si separas cada una de las iniciales de las cuatro palabras, con ellas obtendrás una nueva palabra: DIVA. Esta nueva palabra, en castellano (usado generalmente de forma poética) significa "divina". Yo te pregunto: como persona ¿qué crees tú que tienes de divina/o?

Estoy convencido, cada día más, de que dentro de ti existe la capacidad de crear, de cambiar, de mejorar, de evolucionar, de transformar tu propia realidad y eso, a mi juicio, es lo que yace en tu interior como esencia de tu divinidad.

Ahora, si me sigues acompañando en el juego, con tan sólo cambiar de orden las letras de la palabra DIVA obtendrás una nueva, a saber: VIDA. Y, ¿quién mejor que la VIDA para enseñarnos de creaciones, de cambios, de mejoras, de transformación y de evolución?

¿Quieres que continuemos jugando? ¡Estupendo! Si volvemos a la cita de los Vedas, comprobamos que Deseo + Intención + Voluntad + Actos = DESTINO. Ahora, ¡sigue jugando con las letras que componen DESTINO!

¿Ya lo hiciste? Entonces te habrás dado cuenta de que con sus letras se puede formar también la palabra SENTIDO, ¿verdad?

Así que, si alguna vez te preguntas por el sentido de tu vida, recuerda las palabras que los antiguos sabios escribieron y mejor pregúntate:

1. ¿Cuál es mi deseo? 2. ¿Qué intenciones tengo para conseguir que se cumpla? 3. ¿Qué compromiso puedo llevar a cabo con la fuerza de mi voluntad? 4. ¿Qué podría hacer para ser fiel a mi compromiso? 5. ¿Cuáles serán mis actos (acciones)?

Quizás, entonces, te encuentres de cara con tu destino y, si no fuera así, al menos espero que encuentres el sentido de tu vida. Porque, en realidad, la vida sólo te debe lo que estés dispuesto a pedirle. ¿Qué le pides tú?

A continuación te dejo con tres reflexiones que hablan sobre el SENTIDO DE LA VIDA:

"Toda persona tiene una vocación o misión específica en la Vida. Toda persona debe llevar a cabo un designio concreto que exige su cumplimiento. Por ello es irreemplazable y su vida, irrepetible. De este modo, la tarea de cada persona es única, así como la oportunidad específica de realizarla". Viktor E. Frankl, en su libro El hombre en busca de sentido.

"La autorrealización es la realización a plenitud del ser humano, la expresión de todo lo que el ser humano puede llegar a ser, la manifestación real de todas las posibilidades de la persona (…) en suma, es el motivo fundamental de la existencia humana". Abraham Maslow, en su libro Motivación y personalidad.

"Nos hemos manifestado en forma física para cumplir un propósito. Cada uno de nosotros tiene un talento singular y una manera singular de expresarlo. Existe algo que cada uno de nosotros puede hacer mejor que nadie más en este mundo. Nuestro primer compromiso es descubrir cuál es nuestro talento singular y nuestro propósito en la Vida". Deepak Chopra en su libro Las 7 leyes espirituales del éxito.

(José María García es Coach Personal Certificado por CoachVille Spain. Se desempeña como Formador de The Secret España. Puede contactar con el autor desde autores@tisoc.com).

lunes, 24 de mayo de 2010

Coaching con caballos, claridad de intención

Si hay algo que te enseñan los caballos es a tener claridad de intención.  Esta claridad, además has de tenerla estando presente al cien por cien. No vale pensar en otra cosa mientras estás con ellos, porque  de no ser así, lo perciben al instante y se desconectan o, mejor dicho, dejas de interesarles. 

Talia Soldevila

Pero, antes de seguir, quiero explicar un poco la naturaleza del caballo, ya que eso nos ayudará a entender cómo funcionan.

Cuando hablo del comportamiento de los caballos siempre me refiero a su estado natural, es decir, cuando están en libertad y sin la presencia de humanos. Los caballos estabulados o que viven en espacios pequeños, están sometidos a seguir unas pautas impuestas por el cuidador como, por ejemplo la falta de vida social o tener que comer solo dos o tres veces al día.  Un caballo come entre 15 y 18 horas diarias y es un animal gregario.

El caballo es un ser muy tranquilo. Es herbívoro, lo cual convierte su carne en algo muy apetecible para los depredadores, por lo tanto, es un animal de presa. Su supervivencia durante millones de años se ha debido a su programación biológica para la huida, su gran habilidad de sincronización y su capacidad de percibir el nivel energético de un depredador, así como su intención. Esta capacidad de percepción de niveles energéticos, incluso a una gran distancia, ha sido la base de su supervivencia. Su capacidad de sincronizar movimientos con toda la manada durante la huida dificulta la caza para un depredador; una gran masa en movimiento es más complicada de atacar que un grupo que corre disperso.

El caballo es como un inmenso receptor y amplificador de emociones. Este hecho es lo que lo convierte en un extraordinario co-coach o co-terapeuta. ¡Imagina tener un duendecillo que te susurra al oído todos los estados emocionales de tu cliente y que, además, acierta siempre! Las sesiones de coaching se acortarían una barbaridad, porque podrías dedicarle todo el tiempo a lo que está pasando en realidad, a la verdadera esencia de la persona. Los caballos tienen ese don con el que les ha dotado la naturaleza para su supervivencia.

Las sesiones con los caballos se basan en una serie de actividades sencillas retadoras y divertidas. El cliente deberá formar equipo con el propio caballo para conseguir que éste realice un circuito, se esté quieto, se mueva, etc. Todos las actividades han sido diseñadas por profesionales, ya sea de la salud mental o especialistas equinos. Cada una de ellas está específicamente pensada para que el coach o terapeuta trabaje un tema determinado. No se trata de realizar una actividad con éxito, se trata de explorar cómo piensa el cliente y qué recursos utiliza para realizar la actividad. No hay nada que esté bien o que esté mal, todo es válido y  dará una gran cantidad de información acerca del cliente, comenzando por el mismo caballo.

Volvamos a la claridad de intención. Tuve una clienta que había montado un negocio con un pequeño equipo de personas a su cargo, con quienes no acababa de relacionarse satisfactoriamente. Era una mujer tímida y de aspecto frágil.  Habíamos hecho un par de sesiones con los caballos, dirigidas a reforzar su confianza. En estas sesiones su actitud había sido totalmente pasiva, hasta el punto de que casi no se movía ni hacía nada para conseguir que los caballos realizaran la actividad, por lo tanto, la respuesta de los caballos fue pasiva y se alejaban de ella  en busca de algo más interesante, hecho que  la frustraba. Al preguntarle cómo se sentía ante lo ocurrido, respondió: "No le agrado a los caballos, al igual que no agrado a mis empleados, que pasan sobre mí".

En una ocasión le propuse una actividad de liderazgo muy sencilla: conseguir que un caballo la siguiera atado a una cuerda. Tenía que pasar por entre unos conos y hacer zig-zag entre ellos. Ella escogió  trabajar con una yegua. Cuando hizo el primer intento de guiarla, la yegua no se movió. La mujer tiraba de la cuerda mirando a la yegua, pero ésta permanecía anclada en el suelo. Le pregunté que cuando iba a algún sitio, ¿en qué pensaba? Contestó que "en sus cosas". Volvió a tirar del caballo sin resultado. Le sugerí que pensara en el lugar a donde quería que fuera la yegua, incluso que se lo explicara, junto con el recorrido que quería hacer. Me miró perpleja y, un tanto avergonzada, se dirigió al caballo y le dijo: "Wilma, vamos a ir allá. Primero pasaremos por este cono, luego por este otro".  Se volvió y apuntó con el dedo hacia donde quería ir y en ese momento Wilma dio un paso hacia adelante. Mi clienta, boquiabierta, exclamó: "¡Me ha entendido!"  Le contesté que lo que había entendido Wilma era su claridad de intención y que  a partir del momento en que ella sabía a dónde se dirigía, la yegua se había sentido lo bastante segura como para seguirla. La mujer se quedó atónita ante la simpleza del hecho y le cambió la expresión de la cara y corporal durante el resto de la sesión.

En sesiones consecutivas, esta mujer llegó a ser capaz de liderar a los caballos sin cuerda alguna e incluso desde detrás de ellos. Con el simple hecho de saber a dónde quería ir, visualizándolo y estando convencida de que iba a llegar, consiguió maravillas que pudo aplicar en su vida cotidiana. Su negocio mejoró y su relación con sus empleados se aclaró y prosperó. Incluso cambió su aspecto físico: ya no iba tan encogida y se percibía fuerza en su presencia. La última sesión se la pasó corriendo y dando brincos de alegría por la pista con los caballos siguiéndola y jugando. Fue hermoso.

En total hicimos cinco sesiones, ¡no son muchas para obtener resultados y cambios tan satisfactorios para el cliente!

Los caballos reflejan nuestro estado emocional real, no el que creemos tener, o el que queremos aparentar. Son espejos emocionales. La sencillez de las actividades que se realizan con los caballos pone de manifiesto nuestro pensamiento lateral, nos ayuda a pensar creativamente y a buscar soluciones y respuestas que, de otro modo, también encontraríamos, pero empleando más tiempo. Las experiencias con los caballos nos brindan la oportunidad de metaforizar momentos de la vida y aplicar estrategias que funcionan.

(Talia Soldevila Nightingale es Coach Personal / Especialista Equina. Puede contactar con la autora desde autores@tisoc.com).

miércoles, 19 de mayo de 2010

La promoción y prevención de la salud es inminente: pensemos en los adolescentes

"Para atemperar los problemas de salud es necesario re-enfocar los servicios hacia una perspectiva integral".

Nerymar Kuilan

Los avances en la tecnología de un mundo caracterizado por la globalización, mantienen a la sociedad puertorriqueña bajo presiones, cambios y ajustes constantes en su entorno. Ésto ha propiciado problemas psicofísicos derivados del pobre manejo de situaciones estresantes (Oblitas, 2003). Numerosas investigaciones revelan que del 70 al 80 % de todas las condiciones crónicas y enfermedades están asociadas al estrés (Seaward, 2002). El estrés se define como un "sentimiento de tensión al que está sometido un sujeto" (Barrero, 2000). A su vez, el estrés comprende un conjunto de respuestas neuroendocrinas, inmunológicas, conductuales y emocionales ante una situación que exige un esfuerzo de adaptación mayor del individuo, provocando un desbalance y, por ende, predisponiendo a una condición física o mental (Trucco, 2002).

Una población vulnerable a los efectos adversos del estrés son los adolescentes, que fluctúan entre los 13 y 17 años de edad. Los/as adolescentes están propensos a padecer los efectos nocivos del estrés, debido al sentimiento de presión o tensión que experimentan constantemente porque "se les obliga a alcanzar metas, a encajar entre los demás, a portarse bien, a correr riesgos, a competir y, por último, a comprenderse a si mismos y aprender a comprender a los demás" Nolte-Harris (2005).

Según el Censo del 2000, más de un 32% de la población de Puerto Rico está constituida por niños/as y adolescentes en quienes se han observado varios problemas sociales y de salud pública, tales como la deserción escolar, los embarazos no planificados y abortos, los suicidios, las enfermedades de transmisión sexual, entre otros. En la adolescencia se adquieren nuevas capacidades, se fijan conductas y habilidades que se desarrollan a través del pensamiento formal que permite confrontar, reflexionar, debatir, analizar y concluir consecuente a la realidad del/la adolescente (Alchourrón, Daverio, Moreno & Piattini, 2006). Sin embargo, esta época multiplica los factores que dificultan el desarrollo de los/as adolescentes, provocando conductas de alto riesgo para su salud (Cardozo, 2006).

Para atemperar los problemas de salud es necesario re-enfocar los servicios hacia una perspectiva integral. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud es definida como un estado óptimo de bienestar físico, social, psicológico y espiritual. Por ende, cambia el paradigma de salud de un modelo biomédico a una comprensión holística de los procesos salud-enfermedad. Este enfoque integrador incluye abordar al individuo, a la familia y a la comunidad al atender las necesidades de salud. Además, este paradigma biopsicosocial incluye la promoción y prevención como forma esencial para el mantenimiento del bienestar y la calidad de vida que la sociedad necesita, lo contrario al sistema de salud actual, el cual enfoca sus servicios en prevención terciaria. En consecuencia, la Organización Mundial de la Salud (2008) establece que la mayoría de los servicios de salud están dirigidos a curar la enfermedad pasando por alto las actividades de promoción y prevención, que pueden reducir el 70% de la tasa de morbilidad a nivel mundial. También reporta que la promoción y prevención de la salud es la alternativa que propicia un sistema de salud efectivo, focalizado en el bienestar y calidad de vida del individuo.

Asimismo, fomentar estilos de vida saludables se ha convertido en el foco de mayor conocimiento público como evidencia de la mayor contribución para nuestros problemas de salud (Montalvo, 1981). A su vez, el ambiente influye en el estado emocional de las personas, por lo que es inminente desarrollar una cultura resiliente a pesar de las situaciones sociopolíticas de la Isla. En esta línea, ¿por qué no comenzar a educar a nuestros/as adolescentes? ¿Por qué no unir esfuerzos entre las diversas entidades salubristas, políticas y económicas para reformar un sistema de salud que no satisface las necesidades de la sociedad puertorriqueña? ¿Para qué seguir postergando lo que es evidente y necesario?

Es importante tomar en consideración a los individuos en la etapa libre de enfermedad, es ahí donde se debe comenzar a fomentar las estrategias de resiliencia para una sociedad que necesita mecanismos de adaptación. Es imperativo educar sobre prevención para la salud de nuestros/as adolescentes, quienes serán los adultos del mañana. Invertir en ellos contribuirá a la salud general de un pueblo y, sobre todo, a comenzar una cultura de prevención. Sin embargo, no existe el acceso a servicios integrales y de alta calidad que satisfagan las necesidades y respondan a las expectativas de la población puertorriqueña para el cuidado de su salud. Por tanto, se hace impostergable que los/as profesionales de la salud asuman una postura integral a la hora de proveer servicios de salud. Esto, indudablemente, aportará a la salud del individuo. Veamos el ejemplo de Cuba, que a lo largo de su historia ha demostrado que la prevención es un factor principal en su sistema de salud y esto, a su vez, propone ser la clave para mantener la salud de sus ciudadanos.

La realidad de la sociedad actual revela la necesidad de re-enfocar los servicios de salud hacia programas de prevención para la salud tanto del individuo, como de la familia y la comunidad, ya que las alternativas existentes hasta el momento son incompletas reflejando un consistente aumento en condiciones de salud tanto físicas como mentales, esto a raíz del pobre manejo de situaciones estresantes.

La adolescencia es la etapa de vida oportuna para fortalecer el desarrollo, potenciar los factores protectores y prevenir las conductas de alto riesgo, reforzando los potenciales resilientes (Alchourrón y colegas, 2006). Pensemos en nuestros adolescentes, en ellos está la esperanza de un mañana saludable.

Referencias:

- Alchourrón, M., Daverio, Moreno y Piattini (2006). Resiliencia: Descubriendo las propias fortalezas. Promoción de la resiliencia en adolescentes. (pp.172-177).

- Barrero (2000). Estrés y Ansiedad: las líneas maestras. Libro Hobby. Estrés y ansiedad. Superación interactiva. (pp. 17-26).

- Cardozo, G. (2005). Adolescencia promoción de salud y resiliencia. El rol de la escuela en la promoción de conductas resilientes en los adolescentes: Un desafío a las problemáticas actuales. Editorial Brujas.

- Montalvo, A. (1981). Departamento de Salud. Normas generales de operación del centro para el mantenimiento de la salud. Secretaria auxiliar para mantenimiento de la salud: División para la prevención de factores de alto riesgo a la salud en Puerto Rico.

- Nolte-Harris (2005). Cómo vivir con hijos adolescentes. Si los adolescentes viven con tensiones, aprenden a sentirse estresados. (pp.15-23).

- OMS (2008). Organización Mundial de la Salud. Las inequidades provocan una enorme mortandad, según el informe de una Comisión de la OMS. Recuperado el 23 de octubre de 2008 en, http://.who.int/mediacentre/new/releases/2008/pr29/es/print.html.

- OMS (2008). Organización Mundial de la Salud. Informe sobre la salud en el mundo. La atención primaria de salud, más necesaria que nunca. Recuperado el 23 de octubre de 2008 en, http://www.who.int/whr/2008/summary/es/index.html.

- OMS (2008). Organización Mundial de la Salud. El nuevo informe sobre la salud en el mundo pide un regreso a la atención primaria de salud. Recuperado el 23 de octubre de 2008 en, http://www.who.int/mediacentre/news/realieses/2008/pr38/esindex.html.

- Seaward, B.L. (2002) 3 Erd ed. Managing Stress: Principles and Stategies for Health and Well Being. Massachussets: Jones and Bartlett Publishers

- Trucco (2002). Estrés y trastornos mentales: aspectos neurobiológicos y psicosociales. Scielo Chile. Revista chilena de neuropsiquiatría, Vol. 40 (pp. 2-7).

(La autora es estudiante del Programa Doctoral de Psicología Clínica de la Escuela de Medicina de Ponce, Puerto Rico. Para contactar con la auta contacte con autores@tisoc.com).

lunes, 10 de mayo de 2010

Coaching para mujeres. Expectativas altas riman con mejores resultados

Matilde Pérez

El refrán que dice: "no es más rico el que más tiene, sino el que menos desea" es un mensaje que forma del estereotipo del que las mujeres no se distancian. Las mujeres que no deben desear, que se deben conformar con lo que tienen, esas son las mujeres buenas. Se trata de la cuestión de las expectativas bajas, un verdadero problema que influye para que la mujer identifique la satisfacción a un nivel modesto que conduce al estancamiento. Son muchas las mujeres que esperan poco y que consiguen poco; esperan ganar menos, no promocionarse, no tener poder. Todo ello supone una predisposición a la falta de reconocimiento, a conformarse con menos y a alejarse del mundo "duro" de la ambición. Los mandatos sociales son severos.

Es importante tener objetivos concretos y desafiantes, esos son los que mejoran los resultados. Es indispensable tener confianza en sí mismo, ya que las personas que cosechan más éxitos son las que tienen más confianza en sí mismas y más tolerancia a la frustración.

Percepciones y oportunidades

El índice de percepción se utiliza cada vez más para analizar la salud. Las personas que tienen una percepción de su salud buena, tienen mejor salud que aquellas cuya percepción es mala. Muchas mujeres perciben incompatibilidades y situaciones negativas donde podrían percibir oportunidades.

Muchas mujeres dicen que lo más importante son sus hijos, su familia, dicen que eso es lo más genuino de su destino. Por ejemplo, Maribel, una mujer de 46 años, ingeniera, me comentaba que después de haber trabajado durante años, lo había dejado todo para dedicarse a sus dos hijos y a su marido. La situación le pesa de manera exagerada; ha perdido su autoestima y le falta la actividad profesional, a tal punto que está poniendo en peligro lo que es su objetivo mayor: su vida familiar. Después de quejarse de su situación, acaba diciendo que lo que le pasa es la herencia de su madre, que nunca trabajó, herencia de la que no se puede deshacer. El estereotipo es tan fuerte que la mentalidad de su madre se ha impuesto en su vida actual y la ha atrapado.

¿Hasta cuándo esa culpabilidad? ¿Es ese el destino de esta mujer tan inteligente? ¿Cuándo pensará que ha pagado lo suficiente? ¿Es justo que desperdicie oportunidades, que devalúe su tiempo y sus capacidades? ¿Por qué percibe incompatibilidad entre sus hijos y su trabajo?

Las comparaciones

Acostumbradas a hacer por amor y no por dinero, las mujeres continúan deshaciéndose de sus habilidades y profesiones. El amor se convierte en un factor limitador y acaban conformándose con las migajas: no trabajar, trabajar poco, trabajar por poco dinero. Pero las mujeres pueden hacer otras comparaciones. No es correcto que Maribel se compare con su madre, sino con sus pare, y en su caso es fácil, puesto que su propio marido es compañero de facultad y también ingeniero. Para juzgar su valor, las mujeres tendrán que atreverse a hacer comparaciones más justas y sensatas, y a estar seguras de que merecen más oportunidades de las que se permiten tener.

Por evitar

Para salir de la trampa de las bajas expectativas, es necesario hacer un mapa de la situación propia. Para tomar distancia es necesario elegir ponerse en la piel de un personaje, negociar para él, conversar acerca de las opciones que tiene, de las que utiliza y las que no; hacer un listado de las habilidades de ese "otro" y pensar en términos de lo que es justo e injusto. Si se llega a la conclusión de que se está infravalorando o que se obtiene escaso rendimiento de sus cualidades, hay que pensar qué podría hacerse para mejorar. Esta autorreflexión y monólogo es válida y necesaria hasta que la mujer se acostumbre a tratarse de manera más justa, a valorarse más y a seguir los pasos del reconocimiento profesional y económico.

Para aplicar

Como mujer:

- Planifícate y establece tus objetivos teniendo en cuenta que si son concretos, reales y desafiantes conseguirás más resultados.

- Los resultados te darán seguridad y confianza.

- La confianza te permitirá ser optimista y perseverante.

- Infórmate, pregunta, investiga, prepara las cosas. La información te dará poder.

- Manejar estas variables te permitirá familiarizarte con el riesgo y arriesgarse tiene recompensas. El riesgo no es un valor femenino pero, ¿por qué no desafiar al statu quo? ¿Por qué no alejarte un poco de lo trillado y romper las reglas? ¿Por qué no sortear el inmovilismo?

- Presiona un poco, primero, al entorno hasta que te acostumbres a domesticarlo. Los hombres aprenden a presionar desde pequeños y las mujeres a ceder. Sin embargo, algunas mujeres aprender a presionar. Hazte una de ellas.

- No digas eso de que "a mí me da igual", "yo no me voy a meter en esto", "eso es cosa suya". Las cosas te pertenecen. Tienes derecho a influir y a exigir.

- Todo esto representar el inicio de una nueva estrategia de éxito.

Da un giro hacia lo que te mereces. Logra el reconocimiento que está a la altura de tu capacidad. Para conseguir más: coaching, planificación y acción.

(La autora es Dra. en Ciencias Sociales, Especialista en Management y Habilidades Creativas, Formadora egresada de TISOC Coachville y Directora del Proyecto COACHING PARA MUJERES. Puede contactar con la autora desde autores@tisoc.com).

miércoles, 5 de mayo de 2010

Visión: ¿Oportunidad o frustración?

Dr. Ariel Orama López

Usted se encuentra frente a su escritorio con la mente en blanco. Su rostro fruncido y su semblante apagado denotan que ya lo ha intentado todo. Muchos ya encontraron la luz y la salida al final del laberinto: usted aún no lo ha logrado. Está a punto de sucumbir ante un océano bravío de incertidumbre e impotencia. Aunque existan varias alternativas que divagan en su mente, algo le detiene. Es evidente: acaba de ser atrapado por las garras de la frustración.

Primeramente, la frustración se caracteriza por ''un sentimiento desagradable que es producido cuando las expectativas de un individuo no son satisfechas al no conseguir lo pretendido o deseado''. El caso de un estudiante de la escuela elemental que no logra aprender las tablas de multiplicar pese a sus múltiples intentos, o el de un escritor que no es capaz de finalizar su libro por encargo en la fecha límite, constituyen algunos ejemplos de este estado de aparente nulidad que provoca en los humanos sentimientos encontrados, entre estos se encuentran el enfado, la ansiedad, la tristeza y el temor.

Resulta importante señalar que la intensidad - es decir, la fuerza y la magnitud con que se manifiesten dichos síntomas asociados - y el nivel de tolerancia de la frustración -referente a la capacidad o incapacidad para manejar situaciones que provoquen este estado- son fundamentales para distinguir entre una frustración transitoria e inocua o una situación de frustración de carácter patológico.

Existe una gran variedad de fuentes o causantes de la frustración, particularmente de tipo externo o interno. Las fuentes externas de la frustración corresponden a situaciones sociales o ambientales, tales como rechazar un nuevo empleo ante una enfermedad imprevista en la pareja, la notificación de rechazo a una propuesta que conllevó varios meses de trabajo arduo, entre otras. En este tipo de frustración, el control se encuentra fuera del individuo y está vinculado a factores imprevistos o no manejables.

Por otra parte, las fuentes internas de la frustración se identifican como causantes que existen dentro del individuo y están relacionadas al conglomerado de cualidades y competencias que le caracterizan como ser humano, tales como sus valores, creencias, conocimiento, nivel de introspección, entre otras. Se destacan cuatro subtipos de frustración, a saber:

A. La frustración por barrera: se refiere a la existencia de cierto obstáculo que nos dificulta lograr un objetivo ya definido (por ejemplo: el estudiante que decidió solicitar únicamente a la escuela de medicina de mayor prestigio en la ciudad, pero obtuvo una puntuación baja en el examen de admisión y no podrá ser considerado).

B. La frustración por incompatibilidad de dos objetivos positivos: corresponde a dos objetivos que son valorados por el individuo, pero que a su vez, resultan incompatibles entre sí (por ejemplo: el directivo que fue aceptado dentro una empresa respetada del extranjero y, simultáneamente, recibió la subvención requerida para implementar un proyecto independiente en su tierra natal).

C. La frustración por conflicto evitación-evitación: ocurre cuando el individuo debe evitar dos situaciones particulares (por ejemplo: el abogado recién graduado que no se siente satisfecho con lo que estudió, pero deberá ejercer su profesión para poder sufragar los préstamos estudiantiles).

D. La frustración por conflicto aproximación-evitación: está relacionado a una situación que provocará tanto consecuencias positivas como negativas, de forma equitativa (por ejemplo: la elección de continuar viviendo en la casa alquilada que está cercana a la oficina y que fue obtenida por un buen precio, o el ofrecimiento para comprar una casa a bajo costo y con gran potencial, que se encuentra muy lejos del lugar de trabajo).

Tomando en cuenta todos estos factores y aplicándolos al contexto laboral, hay una pregunta relevante que debemos considerar: ¿de qué manera repercutirá un empleado ''frustrado'' en su trabajo? La respuesta es evidente: si un empleado manifiesta alguna situación de tipo frustrante, la empresa que representa también sufrirá los estragos de la frustración. El comportamiento asociado con la frustración por parte de uno o más empleados puede traer consigo actitudes negativas de los directivos, el despido desmedido de empleados, diferentes tipos de sanciones, entre otras consecuencias graves. Todo ello ocurre ante la evitación (p. ej.: ausencias frecuentes), desplazamiento (p. ej.: asumir una actitud ofensiva hacia el jefe) o la actitud pasivo-agresiva (p. ej.: estar de brazos cruzados y no realizar el trabajo que le corresponde), de forma consciente o inconsciente y por parte del empleado que enfrenta la situación de tipo frustrante.

Por estas y otras razones, les ofrezco una serie de recomendaciones simples y de gran valor para sobrellevar la frustración:

1. Reconozca y normalice la experiencia asociada a la frustración: sea capaz de asimilar que está experimentando una situación de tipo frustrante y acepte que es transitoria. Dígase lo siguiente: ''Es normal que yo esté pasando por esta situación. Otras personas han pasado por la misma situación y han salido airosos''. Todo estado es transitorio, así que esta situación pasará.

2. Identifique la ''causa matriz'' de su frustración: para encontrar la raíz de su situación actual, responda: ¿cuál es la verdadera causa que provoca que usted se sienta frustrado en estos momentos de su vida?, ¿qué subyace o se esconde detrás de esta sensación de impotencia?, ¿qué técnica funcionó en ocasiones anteriores, que puede apoyarlo en su estado actual de frustración?

3. Comparta con algún compañero de trabajo de su confianza o amigo sobre aquello que le molesta, perturba o detiene: co-cree un espacio abierto al diálogo y solicítele una opinión a su interlocutor desde su posición como ''observador a distancia'': ¿cómo ve su interlocutor su situación actual desde afuera?, ¿qué factores puede observar desde su posición de ''observador'' que usted no ha sido capaz de tomar en cuenta por estar inmerso en la situación?, ¿qué es lo peor que puede pasar si usted toma esta decisión versus la otra?, ¿qué no ha intentado aún?

4. Colóquese el sombrero de mago o consultor creativo: si usted fuera un mago y tuviera que ''crear de la nada'' cincuenta formas creativas de obtener aquello que desea y no ha sido posible, o cincuenta salidas para ''escapar'' de cierta situación de tipo frustrante: ¿cómo lo haría?, ¿qué haría?

5. Establezca metas y objetivos específicos a partir de la realidad: muchas veces la frustración está asociada a expectativas muy altas, estructuras rígidas o incluso al perfeccionismo.

6. Actúe ''como si'' o ''as if'': tome doce horas de su vida para actuar como si no existiera dicha frustración. Analice: ¿cómo sería su vida si se desconectara totalmente de dicha frustración?

7. Respire y contacte con la Tierra: usted es un ser viviente. El mundo continuará girando con sus miles de opciones para triunfar, no importa en el momento de vida en que usted se encuentre. Camine y haga ejercicio: respire profundamente y conéctese con su paz interior.

8. El entorno perfecto para la frustración: ¿qué elementos u objetos de su oficina exacerban su experiencia de frustración? ¡Elimínelos de su vista! ¿Acaso comparte sus momentos de frustración con un grupo de individuos cuya vida es gobernada bajo el paradigma de la victimización o el catastrofismo, o con personas centradas y encaminadas hacia el éxito? ¿Qué aliados lo apoyarán para poder crear un plan de contingencia para sobrevivir ante los estragos de la frustración? ¿Qué debería aprender de la persona que más admira para poder sobrellevar esta experiencia? ¿Cómo su mentor o jefe resolverían los conflictos vinculados a esta frustración?

9. Un día a la vez: cultive el desapego como estilo de vida y el arte de cultivar la paciencia y ''el aquí y ahora''; esto le permitirá observar sus situaciones con ojos nuevos y trascender su visión actual.

10 . Cree un plan de acción. Una vez haya: 1) determinado el origen de su frustración, 2) analizado su estado actual desde múltiples perspectivas, 3) establecido objetivos realistas y específicos, 4) aprendido a desconectarse de dicha situación y 5) mejorado su entorno hacia uno más positivo, 6) cree un plan de acción basado en pasos diarios que le permitan enfrentar la frustración.

Si nota que la situación que le provoca la frustración se ha intensificado por medio de emociones específicas (tristeza, ansiedad, euforia) o han aparecido ''emociones destructivas'' (p. ej.: odio intenso hacia lo que hace, coraje incontrolable con su jefe), busque ayuda de un profesional de la conducta humana, un coach certificado o un allegado que le apoye en el proceso de determinar qué recursos profesionales o tipo de ayuda resultarán indispensables en este momento de su vida.

En el contexto empresarial, implemente programas de coaching para potenciar el capital humano, además de los programas de capacitación ya existentes. Mediante la relación profesional continua que otorga el proceso de coaching, sus empleados no sólo serán capaces de reconocer sus metas y objetivos principales, sino que también aprenderán los mecanismos para ejecutarlos de una forma adecuada y valerse por sí mismos. Por estas y otras razones, resulta indispensable: 1) explorar cuán realistas y tangibles son sus deseos; 2) prever cómo reaccionará si se cumplen o no dichas expectativas; 3) reconocer su nivel de tolerancia a la frustración; 4) desarrollar la motivación intrínseca requerida para encaminarse a sus deseos y metas; 5) nutrirse de herramientas personales y profesionales para sobrellevar ésta y cualquier otra situación y, finalmente, 6) ser capaz de diseñar un plan de acción con versiones A, B y C para los distintos escenarios que le presente la vida.

No lo olvide: la varita mágica no existe. Enfrentar la frustración requiere de un proceso de crecimiento personal/profesional continuo y de asumir responsabilidad a nivel individual y colectivo. Sea capaz de tomar el timón de su vida -independientemente de los vaivenes - y muestre apertura para recibir apoyo por parte de sus compañeros de la tripulación denominada ''vida''.

Hasta Thomas Edison tuvo que realizar miles de ensayos para perfeccionar uno de los inventos más importantes que hoy conservamos: la bombilla. Conviértase en la luz y la perseverancia de Edison: usted será capaz de hallar la salida, sin importar los intentos. Finalmente, ¿qué hará usted, hoy, para transmutar sus estados de frustración en un mar de oportunidades?

(El autor es psicólogo clínico, Coach Creativo Certificado, Coach Ejecutivo/Corporativo y Facilitador Autorizado de CoachVille Spain/The Internacional School of Coaching. Es profesor del departamento de Psiquiatría de la Escuela de Medicina de Ponce. Puede contactar con el autor desde autores@tisoc.com).