Por Vanessa I. Vélez
Poco antes de finalizar cada año o etapas en nuestras vidas nos proponemos y/o hacemos resoluciones que queremos cambiar o mejorar; por ejemplo, cambiar hábitos, costumbres y/o dependencias. Uno de los cambios más importantes y por lo que todos coincidimos es estar saludables física y emocionalmente, donde podamos disfrutar más tiempo con nuestros seres queridos; disminuyendo así el stress diario, en fin, mejorar la calidad de nuestra vida. En ocasiones buscamos o requerimos apoyo de diferentes tipos para poder hacer los que nos propusimos en un momento dado. Sin embargo, el esfuerzo más importante debe de comenzar en nosotros mismos.
Un resurgir o innovación organizacional se puede definir como “la creación o adopción de una nueva idea o comportamiento”. La podemos catalogar como nuevas modificaciones, alternativas o nuevos enfoques, que consiste de implementar, aplicar, crear una nueva cultura, innovar procesos, productos y servicios a través de nuevas habilidades, a cargo de líderes emprendedores y creativos.
Luego de reflexionar con lo anteriormente expuesto, ¿podemos incorporar esto a una organización? ¿Podrá ésta desprender de hábitos o costumbres, resurgiendo organizacionalmente? Personalidades como Taylor, Mayo, Gardner, entre otros hicieron aportes significativos dirigidos y pensando en la post-modernización e innovación de la evolución el cual apareció el Desarrollo Organizacional y la administración basada en comportamientos.
“La innovación y el desarrollo organizacional deben ir de la mano”, así lo señaló Tom Peters (2006), en su libro Re-imagina señaló que los nuevos tiempos necesariamente solicitan nuevas empresas; nuevas formas de pensar, de ver, de administrar y liderar las empresas. Para resurgir como organización los dirigentes de éstas, deben enfocarse en nuevas e innovadoras estrategias y utilizar nuevas tendencias de acuerdo a sus necesidades y pensando en un nuevo ciclo de vida junto a su capital humano.
A continuación podemos enumerar algunos pasos que puede implementar una organización para reiniciar una nueva etapa como:
1. Capital presupuestario: Identificar los recursos económicos y financieros necesarios para desarrollar o llevar a cabo las actividades o procesos y/o para obtener los medios esenciales.
2. Dirección: Proveer estrategias que puedan definir las prioridades de la empresa a través de unos nuevos estilos de cultura organizacional.
3. Valores: Principios y medios que deben estar definidos y ser el centro de la empresa junto a sus asociados, para alcanzar los objetivos que refuercen la integridad de la organización.
4. Actitudes: El reflejo que caracterizan las distintas organizaciones, junto a su dirigentes y empleados; las actitudes están precedidas por el comportamiento.
5. Relaciones: La comunicación es parte fundamental y del éxito que pueda tener cualquier relación laboral de una organización.
Finalmente, luego de llevar a cabo e implementar un nuevo desarrollo organizacional, la empresa tendrá la capacidad, habilidades para enfrentarlas y solucionar con más confianza e inteligencia emocional, crisis o contratiempos. Un nuevo resurgimiento nos purifica y nos prepara para una nueva etapa, con madurez, una nueva, filosofía, visión y propósito organizacional.
(La autora es Especialista en Recursos Humanos y ofrece servicios de consultoría a empresas. Puede contactar con la autora desde autores@tisoc.com).
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