¿Qué es la gratitud? ¿Cómo podemos cultivar diariamente el don de ser agradecidos y convertirlo en parte esencial de nuestra filosofía de vida? En primer lugar, la gratitud se define como “el sentimiento que experimenta una persona al estimar un favor o beneficio que alguien le ha concedido”. De acuerdo a distintos expertos del arte de la gratitud, la retribución de ser agradecidos, más que nada, debe estar ligada a la simple acción de compartir algo por aquello recibido y no en el contenido de la respuesta de quien lo recibe: en ello estriba su grandeza. Precisamente, cuando una persona siente gratitud por otra, ésta “desea corresponder dicho favor de alguna manera”. Esto puede ocurrir a través de un obsequio, una bendición, un regalo o una oración. Este hecho, ya de por sí, es sanador: no sólo requiere gran valor de nuestra parte a la hora de reciprocar a los demás, sino además, todo un estado del ser que nos permita desprendernos de una parte de nosotros para ser brindada –u obsequiada- al otro.
A continuación, les presentamos algunas sugerencias para fomentar la gratitud a lo largo de nuestras vidas, a partir de ahora:
1. Gratitud con el Creador: tome un día del mes para visitar al mar y aproveche diez minutos para darle gracias al Creador y al Universo por todas las bendiciones recibidas. Háblele al mar/océano como si estuviera hablando literamente con el Creador: siéntalo, contémplelo y conviértase, literalemente, en parte del agua. Deje que las olas toquen sus pies y sienta la riqueza de formar parte de los elementos agua, tierra y aire. Esta es la parte más interesante y que disfruto a plenitud: coloque la palabra ¡Gracias! de forma gigante en la arena: sea capaz de convertir de forma tangible sus palabras a través de esta muestra de afecto para el Director Amado de la película de nuestras vidas. No se sorprenda si la Naturaleza o el Creador le responde mediante símbolos, manifestaciones de aves o de alguna manera creativa.
2. Una oración por un desconocido: de vez en cuando, rece en voz baja o en silencio por alguien que usted no conozca. Incluya causas específicas: rece por aquella persona que tuvo un accidente de camino, por personas de necesidades especiales, por envenecientes y otras poblaciones. Comprométase con una causa y diriga una oración diaria por aquellos que están relacionados a la misma: en mi caso, los pacientes de VIH y las personas que tienen contratiempos en la carretera son mi Norte. No se sorprenda si su oración se convierte, literalmente, en un ángel terrenal que pueda socorrer a alguna persona en un momento de necesidad. En el camino de la gratitud, el Universo obra de maneras misteriosas: sea su colaborador más preciado.
3. Sea como los niños: De vez en cuando, siéntese a observar a los niños. Emule su transparencia, su creatividad, su espiritu libre. Sea capaz de convertirse en pureza. En la medida que pueda convertirse en niño en distintas facetas de su vida, logrará acceder a nuevas formas de ser que jamás había contemplado. Los niños son muy agradecidos en su forma de interactuar con los otros: aprenda de sus diversas maneras de manifestar su afecto.
4. Conviértase en un árbol: Un gran Maestro me indicó que el reino vegetal en todas sus manifestaciones sólo emanaba una frase al Universo: ¡Te amo! Sea capaz de vibrar diariamente en la sintonia de las plantas: comience a amar a todos de forma incondicional. Trabaje con el amor interior, ese que le permite aceptarse de forma incondicional y hasta descubrir aquellas riquezas que usted ha guardado por muchos años. Sea el amor más genuino, ese que se encuentra justo en su patio o en la vereda del jardín más hermoso que le circunda.
5. El mensaje de texto de la gratitud: cada cierto tiempo, seleccione diez contactos de su predilección y envíeles un mensaje de texto positivo creado por usted. Sea agradecido y manifieste su amor a las personas que más valora. Sea luz para los demás y recibirá los destellos más hermosos que le pueda regalar la vida: la tecnología es una herramienta poderosa para compartir el espíritu de la gratitud incluso a distancia, ¡utilícelo a favor de los demás!
Si la vida está llena de peticiones y de seres que imploran sueños, deseos y plegarias, por qué no darle un giro a nuestras vidas hacia el polo de la gratitud. Ya verá que la vida le sorprenderá con muchas respuestas, y, sobretodo, con todo aquello que siempre ha querido lograr, por el simple hecho de ser agradecidos y convertirlo en un átomo en el Universo. Y usted, ¿está listo para ser totalmente agradecido por todo –lo bueno, y lo no tan bueno-, a partir de ahora?
(El autor es Psicólogo Clínico y profesor. Es Coach Certificado en TISOC, Barcelona, y autor de los libros Psicología Clínica como profesión: Orígenes y tendencias y Sinapsis Crëativa: Crea.tu.Universo).
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