José Luís Fernández
La palabra crisis ha sido probablemente la más pronunciada en este último año en la mal llamada zona de Países Desarrollados. Todo el mundo habla de crisis, pero la realidad es que nadie se atreve a decir porqué hemos llegado a esta situación ni cómo solucionarla.
Se pueden escuchar comentarios sobre causas posibles de la actual situación, tal vez la globalización de la economía, la inflación, el terrorismo, la inmigración, los desajustes sociales, la burbuja inmobiliaria, los robos y desfalcos, etc., pero lo preocupante es que nadie habla sobre soluciones concretas ni objetivas a este problema, ni las fechas en las que podremos ver una posible recuperación.
Mi opinión, sin ser un experto, es que somos las personas las que hemos causado esta crisis y, por tanto, los únicos capaces en superarla, por eso lanzo esta pregunta:
¿Qué puedo hacer yo para superar la crisis?
Además, pienso que para superar esta crisis debemos hacerlo desde el lado más humano: desde la amabilidad, la ayuda a otros, el optimismo, la alegría, las ganas de agradar y de hacer bien las cosas, de compartir, de formarse y ser pacientes, de innovar y ser creativos, de ser mejores.
¿Creo que es esto verdad? ¿Es posible realizarlo? ¿Cuándo puedo empezar?
He tenido la suerte de comprobar cómo la formación, las ganas de hacer bien las cosas, el trabajo y el sentido común han sido las herramientas más utilizadas por aquellas empresas asociadas al éxito.
Pero además, he podido ver que estas herramientas se desarrollaban mucho más y mejor cuando se da una serie de factores y cualidades que suelen ser innatas y que tenemos todas las personas, pero a las que no sacamos partido. Está científicamente demostrado que estas cualidades que menciono son capaces de superar a los últimos avances de la ciencia, tanto en el ámbito de la medicina, la industria, las ciencias, el arte e incluso pueden producir lo que llamamos "milagros".
¿Tenemos ejemplos de cómo la mente supera otras fuerzas? ¿Por qué hay personas que superan una enfermedad mientras que otros no? ¿Por qué algunos deportistas superan lo que a priori parece insuperable?
Gracias a la fuerza de la alegría, de los valores, del optimismo, de las creencias, de la mente.
¿Qué tengo que hacer para aplicarlo en el día a día?
El Coaching nos puede facilitar la gestión de esta fuerza que nos ayuda a potenciar y a sacar partida de las herramientas que permiten optimizar la gestión, el entorno, la vida y a través de ello, solucionar casi cualquier tipo de problema. Así, el Coaching ayuda a innovar, a luchar, a mejorar.
No creamos que es una varita mágica con la que podamos solucionar un problema o conquistar lo deseado al momento, pero sí que ayuda a ser mejor, más feliz y, por consiguiente, a hacer mejores y más felices a los demás e implícitamente, a las organizaciones.
Creo humildemente que esta es la solución más eficaz que hay contra la crisis, pero no vale sólo con que ganemos nosotros, sino que también deben ganar los demás, generando así una cadena de hechos positivos, de alegrías y satisfacciones que implique calidad en las acciones (de servicios, de productos etc).
¿Qué tenemos que hacer para que al buscar una mejora ganen todas las partes?
Les aseguro que cuando algo se hace con cariño, con mimo y la fuerza del corazón, del sentimiento y la alegría - que tan olvidados hemos tenido durante tanto tiempo - la crisis no tiene sitio.
El Coaching me ha permitido comprobar que esto es posible.
¿Qué estamos esperando para aportar cada uno lo que debe aportar?
El autor es coach profesional
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