Por Víctor Barreda.
Comenzaré por definir que creencia es una idea que alguien considera verdadera, una idea es una imagen o razonamiento que existe o se haya en la mente de alguien.
Una frase que siempre me ha impactado en mi formación como Coach, ha sido “las ideas las tienes pero tus creencias te tienen a ti”. Desde que yo comencé en mi proceso de dedicarme a la capacitación y al desarrollo humano me apasionó precisamente la idea de trabajar con las creencias que las personas tienen acerca de sus vidas. Me parece paradójico que sean las creencia las que nos tienen, siendo nosotros quienes tienen las ideas. Así es, pareciera que un concepto creado de alguna vivencia, experiencia o aprendizaje ya sea cultural, de valores o de cualquier otro tipo, resulta el marco y al mismo tiempo el límite de nuestro campo de acción. Tener un grupo de creencias arraigadas o como las llamaré en este artículo “caja de creencias” nos limita o nos alienta a realizar una vida mesurada o de riesgos. Las creencias han sido adquiridas a lo largo y ancho de nuestra existencia y así como podemos identificar creencias que limitan podemos identificar las que nos motivan a hacer las cosas. La intención de este artículo es que pueda cada persona contestarse sinceramente la pregunta
¿Lo que creo, me impulsa o me limita a hacer eso que quiero?
Los seres humanos hemos elaborado a lo largo de nuestra historia de vida numerosas creencias producto de nuestra cultura adquirida, valores, educación, idioma que hablamos, país o región donde crecemos, religión, familia, experiencias de éxito o fracaso e inclusive vivencias traumáticas y hasta nuestro carácter y manera particular de ver el mundo contribuyen y conforman nuestra caja de creencias.
Esta caja de creencias hace que las circunstancias o vivencias cotidianas sean percibidas de una manera especial y única. Esto explica como en una familia y entre sus integrantes tengan opiniones distintas e inclusive opuestas de un mismo acontecimiento.
La buena noticia es que todo aquello que creas creer puede expandirse o modificarse, pues tienes evidencias que lo creías en tu niñez ahora tiene otros matices y perspectivas. Ciertamente quiero motivarte a que trabajes en y con tus ideas para que sencillamente obtengas más felicidad y logres todo aquello que te propongas en la vida.
Un Coach te apoyará para que definas que creencias te empoderan o limitan para alcanzar tus metas y objetivos, como un acompañante silencioso que pregunta y guarda silencio para que escuches lo que está oculto o lo que es evidente en ti. Trabajar con uno mismo tiene sus riesgos y más aún sus recompensas ya que el lograr ser, hacer y tener lo que nos propongamos en la vida es el reto de plenitud de la existencia humana.
Abramos pues la caja de Pandora que hay en cada uno de nosotros y averigüemos el bien o el mal que nosotros mismos procuramos a nuestra vida y aquí te dejo con la historia maravillosa de la Mitología Griega que de forma metafórica tiene un mensaje para todos nosotros para este año 2010.
“Prometeo considerado el protector de la humanidad, decidió robar las semillas de Helios a los dioses y entregárselas a los hombres para que pudieran comer y realizar otras tareas culinarias.
Zeus se enfureció y ordenó la creación de una mujer que fue llenada de virtudes por diferentes dioses. Hefestodios del fuego y la forja, la moldeó de arcilla y le dio forma; Atenea le dio su ceñidor y la engalanó. Las Gracias diosas del encanto y la diosa de la Persuasión le dieron collares, las Horas diosas del orden y las estaciones, le pusieron una corona de flores y el mensajero de los dioses Hermespuso en su pecho mentiras, palabras seductoras y un carácter voluble.
Prometeo advirtió a Epimeteo no aceptar ningún regalo de los dioses pero Epimeteo no escuchó a su hermano y aceptó a Pandora, enamorándose de ella y finalmente tomándola como esposa.
Hasta entonces, la humanidad había vivido una vida totalmente armoniosa en el mundo, pero Pandora abrió el ánfora que contenía todos los males (la expresión «caja de Pandora» en lugar de jarra o ánfora es una deformación renacentista) liberando a todas las desgracias humanas (la vejez, la enfermedad, la fatiga, la locura, el vicio, la pasión, la plaga, la tristeza, la pobreza, el crimen, etc). Pandora cerró el ánfora justo antes de que la esperanza saliera.
Otra versión, sin embargo, narra que la vasija -traída por Pandora como regalo de Zeus- en realidad contenía los bienes. Al abrirla Pandora, escaparon hacia el Olimpo todos, excepto la esperanza”.
“Si crees que puedes o que no puedes, de cualquier modo tienes razón”
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