Por Ma Prem Bhama
¿Qué es una adicción? El Dr. Joe Dispenza en la película “What the Bleep do we know”, nos dice que es algo que no podemos dejar o parar de hacer. Cuántas veces en nuestras vidas decimos: no vuelvo a hacer esto jamás. No vuelvo a gritarle ni pegarle a mi hijo, no vuelvo a comer desordenadamente, no vuelvo a beber alcohol de esta manera, no vuelvo a sufrir por un amor, no vuelvo a fumar, no vuelvo…… para encontrar que repetimos esta conducta incorrecta una y otra vez.
¿Qué nos hace estar atados a este ciclo de dolor y sufrimiento? La mente adicta. Además de volvernos adictos a una sustancia química, también nos volvemos adictos a los químicos que segrega nuestro cuerpo cuando siente una emoción.
En ésta película el Dr. Dispenza explica que el cerebro está hecho de pequeñas células nerviosas llamadas neuronas.
Las neuronas tienen pequeñas ramas que se extienden y conectan con otras neuronas para formar lo que se conoce como una red neuronal. En cada lugar donde se conectan se incuba un pensamiento o un recuerdo. Fisiológicamente las células nerviosas se extienden y conectan entre si y si algo se practica a diario y por tiempos prolongados las células nerviosas establecen una relación a largo plazo. Si te enfadas a diario, si te frustras, si sufres a diario, vas creando esa relación con otras células nerviosas que forman una identidad y se va formando el hábito o la adicción.
También el Dr, Dispenza nos explica que la heroína y nuestros químicos emocionales usan los mismos receptores en las células. De esta manera vemos que si podemos ser adictos a la heroína es fácil ser adictos a cualquier emoción.
Igualmente tenemos en nuestro cerebro, cerca del centro emocional del mismo, una pequeña glándula llamada hipotálamo que es la responsable de regular las actividades básicas del cuerpo como el hambre, la sed, el deseo sexual y la temperatura. En el hipotálamo hay pequeñas cadenas de proteínas llamadas péptidos que convertimos en neuropéptidos o neurohormonas que equivalen a nuestros estados emocionales diarios. Es como una mini fábrica donde se producen ciertas sustancias químicas que corresponden a ciertas emociones. El hipotálamo fabrica químicos para la ira, para la tristeza y hay una sustancia química para cada estado emocional que experimentamos. Cuando este químico llega a los diferentes centros o partes del cuerpo cada célula en nuestro cuerpo acoge este químico. De acuerdo a la Dra. Candace B. Pert (autora del libro “Molecules of Emotion”) cada célula tiene miles de receptores y cuando un péptido se conecta a una célula es como una llave que entra a una cerradura y se activa. Cuando repetimos una acción constantemente las células van creando una memoria y es por eso que atraemos situaciones –deseadas o no - a nuestras vidas para saciar el apetito bioquímico de las células y cubrir esa necesidad química.
El adicto siempre necesita un poco más de esta sensación o emoción para alcanzar el estado de euforia o la reacción química que busca. El Dr. Dispenza dice que en realidad su definición de adicción es muy simple y lo que significa es que si no puedes controlar tu estado emocional, eres adicto al mismo.
El Dr. Dispenza continúa diciendo que cada vez que se interrumpe el proceso de pensamiento que causa una respuesta química en el cuerpo las células nerviosas que están conectadas comienzan a romper su relación. Cuando comenzamos a interrumpir el patrón adicto, nuestras células van creando nuevas alianzas que permiten la modificación de la adicción a alguna emoción.
Cuando podemos reconocer que estamos adictos a la ira, al llanto, al miedo o la pena desmedida, cuando estamos adictos a alguna emoción la práctica constante y disciplinada de la meditación nos ayuda a observar nuestros pensamientos y a controlar la mente. Cuando meditamos somos el observador y estamos ayudando a nuestro cerebro a crear nuevas alianzas entre sus células y así poder liberarnos de las emociones adictivas.
Ma Prem Bhama es autora del libro La Llave de tu felicidad, Certificada como doctora en medicina Holística en el Clayton School of Holistic Medicine en el año 1997, bajo la tutela de la maestra Espiritual Shanti Ragyi.
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