¿Alguna vez no has sabido para qué sirve
un objeto y has intentado darle diversos usos para los que no fue creado? Nadie
puede sabe mejor como funciona un artefacto o para que sirve, que su propio
inventor. Lo mismo sucede con nosotros, aunque nosotros no somos artefactos ni
Dios nuestro inventor, sino más bien nuestro creador, quien mejor que él para
decirte para que has sido creado y que has venido a hacer.
Hace mucho Aristóteles llegó a la conclusión de que lo que los
hombres buscan más que nada es ser felices. Todos queremos ser felices; sin
embargo el tiempo pasa y vemos como malgastamos nuestra vida y ha transcurrido
entre ansiedad y aburrimiento.
El anhelo de felicidad es algo con lo que fuímos creados, tiene
que ver con el propósito para el que fuímos diseñados; la verdadera felicidad
depende de cómo interpretamos la vida, es necesario entonces desprogramarnos de
aquello que genéticamente o por influencia de la sociedad hemos creido que
podía hacernos felices.
Una vez leí un pensamiento que decía “No te preguntes que necesita el mundo, sino preocúpate por ser tu mismo, que lo que más necesita la humanidad es gente que se atreva a vivir su propia identidad”
Una vez leí un pensamiento que decía “No te preguntes que necesita el mundo, sino preocúpate por ser tu mismo, que lo que más necesita la humanidad es gente que se atreva a vivir su propia identidad”
Deja que la vida fluya, empieza por pensar bien de ti mismo, que
eres una creación maravillosa. Tú próposito inicial es que descubras quien eres
realmente, que aprendas a ser tu, vivíte con sinceridad, descubre tus
verdaderos anhelos, no te averguences de ellos ni sientas que son de poca
importancia, lo que tú has venido a hacer es lo que más importa.
¿Entonces para que estás hecho?, lo descubriras sin afanes, con
calma. Preguntale a tu creador.
Soy Brenda Bahamondes del Grupo Aredeus, recuerda que para
empezar a agregar valor a tu vida debes ordenarla, libérate del caos, organizate.
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