No se trata de transponer de manera mecánica la ley general de conservación de la energía que enunció Lavoisier, considerado creador de la química moderna, no se trata de esto, lo que quiero remarcar es que la marca personal no es una moda, no es una tendencia ni un impulso pasajero.
Dejamos huella desde que nacemos, todos y cada uno de nosotros, de manera consciente o no pero las personas que nos rodean, los demás, siempre nos identifican a través de algo y ha sido así a lo largo de la historia de la humanidad. La visión que los demás tienen de nosotros puede corresponderse con lo que realmente somos, nuestra identidad, o no. Así de pronto todos tenemos una zona secreta que solamente cada uno de nosotros conoce y que esconde habilidades, talentos, conocimientos y experiencias que si nosotros no queremos nunca verán la luz.
Gestionar la marca personal es poner en conocimiento de nuestro entorno información suficiente para que lo que este ve de nosotros sea, como mínimo, una imagen fiel de lo que realmente somos. Siempre ha habido personas que han gestionado su marca, que se han ocupado en transmitir correctamente su mensaje para que los demás pudieran captarlo y así convertirse en conocidos, memorables para al final ser los escogidos para una finalidad, tarea o misión concretos.
La gestión de la marca personal, el personal branding, no es una moda pasajera. Con internet y las redes sociales la democratización de la gestión de la propia marca ha venido para quedarse porque la sociedad ha cambiado la manera de ver las cosas y las personas. Antes éramos seres anónimos y la distinción, la marga, era por lo general mal recibida porque indicaba que las cosas no iban por buen camino. Se marcaba a los convictos , a los esclavos y se utilizaban signos distintivos en el vestido para singularizar algunas profesiones , era mejor pues pasar desapercibido. Ahora, si no somos visibles no transmitimos una propuesta de valor y pasamos a ser translúcidos para los demás, estar sin ser visto es la forma más común de no estar.
Nuestra sociedad pide personas comprometidas y decididas en la aportación de valor. La persona, cada uno de nosotros, se ha vuelto más significativa, más relevante e independiente y por ello capaz de trabajar de manera autónoma por lo que la gestión de la marca de cada uno ha pasado a ser una necesidad en aumento.
Invertir en la gestión de la propia marca es pensar en el futuro y prepararse para ayudar a los demás a gestionas su marca personal es una inversión de futuro.
Dentro de pocos días iniciaremos el primer Postgrado en Personal Branding codo a codo con la Facultat de Comunicació Blanquerna de la Universitat Ramón Llull. Si quieres invertir en una profesión de futuro no dejes escapar la oportunidad.
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