1.
Revisar 5 portales de noticias en
internet diariamente
Acéptalo, los 5 portales contienen la misma información y las mismas noticias, pero navegar entre diferentes páginas te hace sentir menos culpable por perder el tiempo. Un agravante es que generalmente lo hacemos en las horas más productivas de la mañana.
Acéptalo, los 5 portales contienen la misma información y las mismas noticias, pero navegar entre diferentes páginas te hace sentir menos culpable por perder el tiempo. Un agravante es que generalmente lo hacemos en las horas más productivas de la mañana.
2.
La televisión
Algunas personas dicen “no tengo tiempo”, pero no están incluyendo en esos cálculos todas las horas semanales que desperdician al frente de la TV. Este tiempo parece intocable, y los días que antes eran de 24 horas ahora se reducen a 20 o 19 de cuenta de todas las horas que nos absorbe esta actividad.
Algunas personas dicen “no tengo tiempo”, pero no están incluyendo en esos cálculos todas las horas semanales que desperdician al frente de la TV. Este tiempo parece intocable, y los días que antes eran de 24 horas ahora se reducen a 20 o 19 de cuenta de todas las horas que nos absorbe esta actividad.
Haz una lista de los programas de televisión que ves en la
semana y trata de eliminar el que menos te guste o te aporte. Con esa media
hora diaria de tiempo adicional para dedicárselo a lo importante, te aseguro
que disminuirás bastante la frase “no tengo tiempo”.
3.
El celular
La necesidad de estar revisando constantemente las notificaciones y los corres electrónicos en el celular, denota en cierta medida la necesidad de estar ocupado, así no sea en algo importante. ¿Para qué? para evitar pensar en lo que sí es importante pero, como implica incomodidad y esfuerzo, nos da pereza hacerlo. Nuevamente, los cálculos para decir que carecemos de tiempo los hacemos sin incluir ese tiempo que pasamos diariamente revisando el celular, incluyendo las 30 o 40 veces en el día en las que revisamos los correos de la oficina y las notificaciones en las redes sociales.
La necesidad de estar revisando constantemente las notificaciones y los corres electrónicos en el celular, denota en cierta medida la necesidad de estar ocupado, así no sea en algo importante. ¿Para qué? para evitar pensar en lo que sí es importante pero, como implica incomodidad y esfuerzo, nos da pereza hacerlo. Nuevamente, los cálculos para decir que carecemos de tiempo los hacemos sin incluir ese tiempo que pasamos diariamente revisando el celular, incluyendo las 30 o 40 veces en el día en las que revisamos los correos de la oficina y las notificaciones en las redes sociales.
4.
La bandeja de entrada
Cuando no tenemos el celular disponible, utilizamos la bandeja de entrada de la oficina como una distracción (consciente o inconscientemente) para aplazar lo importante. No tiene ningún sentido revisar el correo cada 5 minutos. Evacuar cada correo en el momento en que llega es una de las prácticas más ineficientes que hay, y consume gran parte del tiempo que deberías estar aprovechando en lo verdaderamente importante.
Cuando no tenemos el celular disponible, utilizamos la bandeja de entrada de la oficina como una distracción (consciente o inconscientemente) para aplazar lo importante. No tiene ningún sentido revisar el correo cada 5 minutos. Evacuar cada correo en el momento en que llega es una de las prácticas más ineficientes que hay, y consume gran parte del tiempo que deberías estar aprovechando en lo verdaderamente importante.
5.
La improvisación
La falta de planeación nos hace perder tiempo. Ir improvisando durante el día y confiar en que nuestra memoria no nos fallará para acordarnos de las cosas importantes es una decisión que nos hace perder tiempo. El no tener claro qué es lo importante y qué no, o en qué momento se debe hacer cada actividad, hace que se aumente la probabilidad de dejar todas esas actividades empezadas y nunca terminarlas. Planear la semana y construir nuestros días alrededor de las actividades improtnes que tenemos que hacer, nos ayuda a enfocarnos y a aumentar exponencialmente nuestra productividad y nuestros resultados. Esta es una técnica poderosa para ahorrar y optimizar tiempo.
La falta de planeación nos hace perder tiempo. Ir improvisando durante el día y confiar en que nuestra memoria no nos fallará para acordarnos de las cosas importantes es una decisión que nos hace perder tiempo. El no tener claro qué es lo importante y qué no, o en qué momento se debe hacer cada actividad, hace que se aumente la probabilidad de dejar todas esas actividades empezadas y nunca terminarlas. Planear la semana y construir nuestros días alrededor de las actividades improtnes que tenemos que hacer, nos ayuda a enfocarnos y a aumentar exponencialmente nuestra productividad y nuestros resultados. Esta es una técnica poderosa para ahorrar y optimizar tiempo.
6.
Los tiempos muertos
Hay momentos en que no podemos controlar el tiempo que gastamos en ciertas actividades. Por ejemplo, el tiempo que dedicamos diariamente a transportarnos a nuestras casas u oficinas.Sin embargo, existe una forma para sacar provecho de este tiempo.
Hay momentos en que no podemos controlar el tiempo que gastamos en ciertas actividades. Por ejemplo, el tiempo que dedicamos diariamente a transportarnos a nuestras casas u oficinas.Sin embargo, existe una forma para sacar provecho de este tiempo.
No siempre hay que hacer grandes cambios para
obtener resultados. En la cotidianidad es posible hacer mejoras que, a medida
que va pasando el tiempo, repercutirán positivamente en varios aspectos. En
este caso, tener presente estos 6 aspectos ayudará a que los cálculos de
nuestros días vuelvan a ser de 24 horas, y que, en el largo plazo, sean cada
vez menos las veces que salga de nuestra boca la frase “no tengo tiempo”.
Por Juan Esteban Bravo Álvarez