“¿Le conozco de alguna parte?” “Usted me recuerda a mi jefe”. En el proceso de coaching, tal como sucede en la dirección, la enseñanza y la consejería, pueden ocurrir ciertas distorsiones que merecen nuestra atención inmediata: 1) la proyección, 2) la transferencia y 3) la contratransferencia.
Dr. Ariel Orama López
Primeramente, la proyección se refiere a "la percepción de aquellas cualidades positivas o negativas que nos caracterizan, asumidas como propias del otro". En nuestro caso, se les atribuyen al coach. Por ejemplo: “usted es el culpable de que yo no consiga mis metas… ¡qué caprichoso es mi coach…¿por qué me sugiere que yo corra diez vueltas en el parque como acordamos hace un mes, si yo quiero correr únicamente ocho?”
Por otro lado, la transferencia consiste en "la acción de desplazar aquellos sentimientos, pensamientos y conductas que experimentamos con nuestros seres significativos de la infancia, particularmente hacia aquellas personas con las cuales nos relacionamos en la cotidianidad". Esta situación puede manifestarse en el contexto laboral, especialmente con las figuras de autoridad. “¿No es usted un coach muy joven para mí?”…"Me siento intimidado por sus preguntas…usted no es mi padre”.
Por último, la contratransferencia ocurre cuando "es el coach quien revive sentimientos, pensamientos y conductas que comparte con sus seres significativos, justo cuando se interrelaciona con el coachee": “Si yo le ayudase con las tareas asignadas para la casa, ¿usted continuaría con las sesiones de coaching?" "Yo sé que usted va a lograr este objetivo…yo lo cuidaré". "¿Hombre, no será que usted se ha intimidado por mi rol de coach?”.
Tanto la proyección, como la transferencia y la contratransferencia deben manejarse eficazmente en el momento justo, in actu, con nuestros clientes: no olvidemos que estas distorsiones ocurren a nivel inconsciente.
Algunas de las estrategias para lidiar con la proyección, la transferencia y la contratransferencia en el coaching son las siguientes:
- Establezca límites claros y escuche activamente: En la medida que usted aclare cuál es su función como coach y elabore en conjunto con su coachee las reglas del juego, este tipo de distorsiones podrán minimizarse. De igual forma, le recomiendo que esté atento a los diferentes modos de comunicación de su interlocutor y de usted.
- Aclare y pregunte: “De momento, ¿usted no sintió como si dialogara con su hijo? ¿Cómo su hija le apoyaría a alcanzar esta meta? ¿De qué manera usted considera que su jefe actúa en la oficina tal como lo hace su padre en su casa? ¿Qué pasaría si usted comenzara a ver al presidente de su empresa de una forma distinta a su hermano mayor? ¿Qué cualidades tiene su colega del trabajo al que me parezco, que le respaldarían a usted para conseguir el ascenso que tanto anhela?”
- Confirme y cree introvisión: “¿Qué interviene entre su percepción sobre mi función como coach y el objetivo establecido anteriormente? ¿Qué sucedería si la cualidad que me atribuye fuese aquella que se interpone con su objetivo actual? ¿De qué manera puede beneficiarle a usted el hecho de haber reconocido que no todas las mujeres son como su jefa?”
- Valide: “Es normal sentirse de esta forma. Reconozco que su jefe pueda ser autoritario con usted y es aceptable que piense que su coach sea similar. Recordemos, yo no soy su jefe, soy su coach. No se preocupe, típicamente esto suele ocurrir”.
- Reflexione: "¿Qué preguntas utilicé con mi coachee, que crearon la noción de que existía una relación previa? ¿Qué sensaciones experimenté cuando estuve con determinada cliente, que evocaron la presencia de mi madre? ¿Qué pensamientos aparecieron en el justo instante que asumí el rol de directivo con mi coachee? ¿Cómo puedo ser menos rígido con mi cliente? ¿Qué atributos físicos tiene mi coachee que me recuerdan a mi pareja? ¿Cómo puedo manejar esta situación?"
- Refiera: Recuerde que si la relación coach-coachee ocurre en un contexto en el que predominan dichas distorsiones y se afecta de alguna manera el bienestar de la relación o del cliente, deberá referir. Por otra parte, si observa que hay aspectos emocionales que intervienen en el proceso de coaching, deberá recomendar a un especialista en la conducta humana. Usted tiene la potestad para elegir qué clientes pueden beneficiarse de sus servicios y referir aquellos que entienda deberán ser atendidos por alguno de su colegas.
Comparta esta información con los demás coaches. La distancia en el Universo es ínfima: los personajes se repiten y las historias convergen en un mismo libreto universal. Está en nuestras manos poder laborar con estas “causalidades” de la vida, para así garantizarles un servicio de calidad a nuestros clientes.
Es probable que sus universos paralelos se entrelacen con los nuestros: esto podría ocurrir en alguna de nuestras citas, a una hora, un minuto y un segundo específico. Estemos atentos. Finalmente, “mi hermano": ¿qué haría usted en estos casos?
(El autor es Psicólogo Clínico, Coach Creativo Certificado (CCC), Coach Ejecutivo/Corporativo (CE) y Facilitador Autorizado (FA) de Coachville Spain/The Internacional School of Coaching. Puede contactar con el autor desde autores@tisoc.com)
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