Muchas personas nos han solicitado que les expliquemos la Ley de la Atracción de la forma más simple posible, para que puedan entenderla con mayor claridad. A continuación, cumpliremos este cometido para el beneficio de nuestros queridos lectores.
Dir. Miguel J. Roldán
La Ley de la Atracción nos dice que lo que tú piensas constantemente y las emociones que sientes es lo que tú vas a atraer. De hecho, las emociones pueden ser buenas o malas. A la Ley de la Atracción no le importa. Si deseas, actúas y sientes negativamente, lo más probable es que recibas negatividad. Por otro lado, si deseas, actúas y sientes positivamente, lo más probable es que recibas lo positivo.
Lo más prominente en tu conciencia es lo que más probablemente vas a atraer a la realidad. La forma en que esto sucede es a través del pensamiento y a través de los sentimientos. La Ley de Atracción opera bajo estas tres simples premisas, a saber:
Primero: tú deseas. ¿Qué es lo que deseas ser, hacer y tener? ¿Cómo te vas a sentir una vez que lo seas, lo hagas o lo tengas?
Segundo: viene dado. ¡Siempre! Cualquiera que sean los pensamientos o sentimientos, literalmente, empiezan a tomar forma. Es la ley.
Tercero: permitir y esperar el resultado. Esta es la parte más difícil de conseguir para muchas personas.
Nuestros sentimientos desempeñan un papel importante en permitir el resultado. ¿En qué medida creemos y esperamos ver el resultado de nuestro deseo manifestándose en nuestras vidas? Si queremos empezar con entusiasmo, pero luego perdemos la fe porque no lo conseguimos lo suficientemente pronto, no estamos permitiendo. Si queremos algo, pero pensamos que no lo merecemos o no tenemos capacidades para ello, entonces no estamos permitiendo. Si deseamos algo, pero tenemos miedo por el cambio que vamos a realizar, entonces no estamos permitiendo. Si te sientes bien acerca de lo que deseas, lo que estás haciendo es convertir una posibilidad en oportunidad y aprovechar al máximo tu seguridad con lo que quieres alcanzar. Si, por el contrario, te sientes mal acerca de los cambios, miedos o conflictos que supone el deseo que quieres alcanzar, estás alejando tu deseo a una larga distancia de ti.
De igual forma, nuestros sentimientos SIEMPRE son lo que estamos atrayendo en cada momento. Ellos son nuestros GPS incorporado. Permitir que se dé el resultado es tener el sentimiento de fe y esperanza acerca de lo que tu deseas y de los logros que quieres alcanzar. De acuerdo a esta ley, el estado de permitir se puede aprender. Sólo requiere un poco de esfuerzo y constancia, y el aprendizaje de ciertas habilidades esenciales que nos permitan gestionar mejor nuestras emociones y pensamientos hacia nosotros mismos y hacia los demás. Después, formarán parte de nuestra energía como parte de la materia que somos en el conjunto del Universo.
¡Esto es emocionante! Te permite tener una vida de propósito, alegría y realización. Tú te lo mereces, y los que quieres y te rodean también lo merecen. Consiste en vivir de verdad, siendo positivo y entusiasta. Y queremos animarte para que te conviertas en un imán que atrae realidades positivas.
El Coaching es un verdadero catalizador de la Ley de la Atracción. Un Coach acompaña a su Cliente (Coachee) en este camino que le permite atraer a su vida éxito, realización, cambio, crecimiento, mejora y definitivamente, alcanzar sus metas. ¿Se considera usted un catalizador de éxitos?
(El autor es licenciado en Dirección y Administración de Empresas por ICADE. Diplomado en Dirección Comercial por ICADE, MBA in International Business por la EAP. PNL certificado por John Grinder. Coach Certificado Personal/Ejecutivo/Corporativo por TISOC. Consultor, formador y coach. Es Coach Director Asociado de TISOC. Puede contactar con el autor desde autores@tisoc.com)
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