El cambio apresurado en las comunicaciones y el desarrollo de la tecnología han hecho posibles la evolución de muchas de las profesiones, ocupaciones y posiciones tradicionales: el ejecutivo puede reunirse con su junta desde cualquier punto del mundo, el médico podrá dirigir una cirugía a distancia por control remoto y el estudiante universitario estudiará desde su hogar en primera fila, en una de las universidades más prestigiosas de un continente distante.
Profa. Vivian Orama López
Como lo evidencian estos ejemplos y muchos autores en sus escritos, el mundo en que vivimos se torna cada día más pequeño y corto en distancia. ¿Será ésta la oportunidad para poder integrarnos como seres pensantes y ser exitosos en un solo mundo al que pertenecemos todos? Según los estudios recientes, el desarrollo de la inteligencia interpersonal y la mente respetuosa son algunas de las destrezas y capacidades que podemos cultivar para el éxito en una empresa mundial.
De acuerdo con Armstrong (2000), la inteligencia interpersonal está presente en cada uno de nosotros. No obstante, los educadores deberán desarrollar la misma desde la niñez a través del trabajo cooperativo u otras estrategias que incluya la interacción entre estudiantes. Esta inteligencia, según el autor, permitirá responder de una forma apropiada hacia el temperamento, motivaciones y deseos de otras personas. Por lo tanto, repercutirá en un empleado capaz de funcionar en una empresa de forma óptima y laborar en equipos.
Por otro lado, Gardner (2007) nos expresa cómo la mente respetuosa permite unificar la diversidad que existe entre las personas en una misma empresa o establecer vínculos virtuales a través de las redes cibernéticas desde un extremo del mundo a otro. Esta mente acepta las diferencias entre grupos, al tratar de aceptar y trabajar efectivamente con ellos (Gardner, 2007). El autor afirma que en un mundo donde todo está interconectado, la falta de respeto o tolerancia ya no es una opción viable. Para el desarrollo de esta mente se requerirá un ambiente que apoye la misma desde el nacimiento, en la escuela, el trabajo, los medios y los modelos.
En síntesis, el desarrollo continuo de la inteligencia interpersonal y la mente respetuosa son prerrequisitos que deberán ser requeridos por el patrono: esto, para poder alcanzar las metas establecidas en las empresas. Estas capacidades -en conjunto con las telecomunicaciones- permitirán que los individuos trabajen en conjunto de manera eficaz, sin importar la distancia que los separe. Por lo tanto, los educadores, profesionales, gerentes y líderes de negocio deberán involucrarse en la asimilación de estas características, de manera que el individuo tenga un escenario más amplio del ámbito en que vive (Gardner, 2007).
Gardner (2007) nos asegura lo siguiente: en el mundo en que vivimos, no podemos establecer necesidades meramente individuales. Por el contrario, la concienciación de un mundo donde dependamos unos de otros nos lleva a reflexionar en un futuro en términos de una sociedad global y en un lugar donde todos alcancemos el éxito bajo el paradigma de la empresa mundial. Y su negocio, ¿ha considerado estos aspectos?
(La autora es profesora universitaria en la Universidad de Puerto Rico en Aguadilla y estudiante doctoral del programa de Educación en Currículo e Instrucción de la Universidad Interamericana de Puerto Rico, Recinto de San Germán. Puede contactar con la autora desde autores@tisoc.com)
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