Dr.
Ariel Orama López
autores@tisoc.com
En la estilizada pared blanca de la oficina 901, al
lado del emblema que dice Succes, deslumbra un marco plateado
con la siguiente frase: “nuestros empleados se caracterizan por la excelencia,
el compromiso y la creatividad”. ¿Cuándo concebiremos que la creatividad, entre
otros valores, no son únicamente accesorios decorativos que acompañan la visión
y misión de nuestra empresa? ¿Qué valores y competencias dentro del contexto
laboral serán importantes en el futuro?
Los investigadores del futurismo -a través de
métodos de pronóstico exploratorio y normativo- han analizado las tendencias
laborales de nuestra sociedad y sus implicaciones al transcurrir
varias décadas. De todos los tipos de empleados, los que apuntan al
perfil de los creadores del conocimiento y los genios creativos siguen siendo
los pilares en el mundo de los negocios y el contexto laboral.
Como un asunto inquietante para las empresas
locales, se vislumbra que aumentará significativamente el éxodo del personal
creativo autóctono: si el país no produce
empleos para los creadores del conocimiento y los genios creativos, éstos se
seguirán desplazando a cualquier lugar del Mundo en donde puedan obtener
mejores beneficios económicos a través de su poder creativo interior. A su vez,
éstos incorporarán, a su vez, nuevas empresas competitivas e incluso concebirán
nuevas disciplinas. Como consecuencia, las empresas locales tendrán que
reclutar constantemente uno o más empleados para sobrellevar las pérdidas que
conlleva el éxodo del recurso creativo. Por otro lado, tendrán que crear estrategias
para incentivar a aquellos que aportan consistentemente a través del
conocimiento, la creatividad e innovación.
Todo apunta a que el
futuro favorecerá a aquellos que conciban nuevas ideas y productos: quienes
aporten soluciones impensables a los problemas y que puedan generar nuevas
ideas, productos, servicios e industrias, serán los que competirán por las
mejores posiciones en las comunidades, los negocios y las organizaciones. De
esta forma, aquellas empresas o empleados que fomenten el proceso de destrucción
creativa (en el cual se elaboran constantemente nuevos y mejores
productos, en un período determinado) se mantendrán vigentes ante las
exigencias y los cambios inmediatos de la sociedad. Así, estos sobrevivirán
ante la diversidad de productos y el deseo ferviente de adquisición por parte
de los consumidores.
De otra parte, la mentalidad dirigida hacia las ideas
pre-establecidas en colectividad y en consenso será desplazada por aquellos
pensadores y creadores que deconstruyan y disloquen los paradigmas actuales;
esto ocurrirá a través de formas novedosas de concebir la realidad. Recordemos
que los procesos creativos emergen típicamente de la integración de distintas
disciplinas, como un fenómeno muti-dimensional y experiencial. Por consiguiente,
se vislumbra que la sociedad preferirá aquellas alternativas noveles o
escenarios creados, que integren artísticamente el conocimiento y las ideas
divergentes. Quienes sean capaces de pensar “fuera de la caja” de la mente
colectiva, seguirán siendo recompensados por las grandes fuerzas económicas y
serán valorados eventualmente por la misma sociedad.
Precisamente, al tomar en cuenta las
repercusiones del devenir de los años y el desarrollo de las competencias
individuales, Howard Gardner presenta en su libro Five Minds for the
Future los cinco tipos de mentes que deberán existir en el futuro. Con
el desarrollo de estas cinco (5) mentes, anticipa Gardner, los seres humanos
podrán manejar lo que es esperado y lo que no puede ser anticipado. Estas son
las siguientes, a saber:
1. La mente disciplinada: Aquella capaz de dominar una o más disciplinas.
Según Gardner, el dominio de una materia o disciplina cualquiera le tomará
aproximadamente diez años de estudio y aplicación a su ejecutor.
2. La mente sintetizadora: Evalúa la información objetivamente, la
reacomoda y coloca de tal forma que tenga sentido para el sintetizador y para
los demás.
3. La mente creativa: El autor presupone que esta mente se
encuentra al menos un paso adelantado a las más sofisticadas computadoras
y robots de la era. Ésta puede desarrollar nuevas ideas,
plantear preguntas no familiares y crear respuestas inesperadas. Resulta
importante señalar que la mente creativa se antepone a otros tipos de mente.
4. La mente respetuosa: Reconoce y muestra apertura a las diferencias
entre los diversos grupos humanos y provoca el entendimiento del otro. La mente
respetuosa trabaja efectivamente con estos y actúa de forma diplomática.
Gardner puntualiza que, en un mundo interconectado, la intolerancia o la falta
de respeto no serán una opción viable para el futuro.
5. La mente ética: En un nivel más abstracto que la mente
respetuosa, este tipo de mente reflexiona sobre el trabajo versus las
necesidades y deseos de la sociedad en la que se vive. Ésta se concentra en el
contexto laboral y el bien común, más allá de los intereses
personales.
Partiendo de estas cinco mentes y los vaivenes
constantes del futuro, Gardner establece las siguientes implicaciones:
1. Los
individuos que no hayan alcanzado cierto nivel de maestría en una o más
disciplinas, no podrán ser exitosos en el trabajo.
2. Los
individuos sin la capacidad de sintetizar serán sumergidos en un mar
profundo, ante tanta información provista por los medios de comunicación; por
lo tanto, se les hará difícil tomar decisiones juiciosas sobre su vida o el
ámbito laboral.
3. Los
individuos sin capacidades creativas serán desplazados por
computadoras, artefactos y artificios.
4. Los individuos que no cultiven el
auto-respeto o el respeto a los demás serán
eliminados del
contexto laboral y los colectivos.
5. Los
individuos sin cualidades éticas, no podrán convivir en el mundo de
los
ciudadanos
responsables.
Por estas y otras razones, el personal y los
directivos de las empresas deberán cultivar la practicidad de los valores
establecidos, la creatividad como herramienta indispensable, la incorporación
constante de elementos novedosos y finalmente, el arte de ser totalmente
moldeables: de acuerdo a mi análisis,la cualidad de plasticidad será
el metal más preciado dentro del contexto laboral del futuro. En este caso, las
mentes creativas y los grandes impulsores del conocimiento ya han dado el
primer paso: a través de sus manifiestos, han descubierto la alquimia que
distingue a los empleados exitosos.
Finalmente, me pregunto lo siguiente: ¿Qué paso
creativo deberá dar usted en el presente, que le llevará a la cúspide de sus
sueños personales y profesionales? No hay que ser un gurú del futurismo para
acertar. Indague: sus múltiples mentes ya conocen la respuesta.
(El autor es psicólogo clínico, Coach Creativo Certificado (CCC), Coach Ejecutivo/Corporativo (CE) y Facilitador Autorizado (FA) de Coachville Spain/The Internacional School of Coaching.)
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