viernes, 28 de octubre de 2011

Planeación de ventas II

Por Lic. Marco Antonio Santa Cruz

En el artículo anterior se mencionó la importancia de hacer una correcta planeación de ventas y los mecanismos que se han de considerar a la hora de realizarla. Ahora bien, una vez elaborada tal planeación, ¿está lista para ser ejecutada? No siempre es así, pues hay un factor que puede afectar el trabajo planeado: el miedo.

¿Miedo a qué? A perder. La idea de ser perdedores aterra, más aun cuando cualquiera podría llegar a serlo. De hecho, entre muchos conocidos, todos podríamos mencionar a unos cuantos perdedores: los posiblemente son altamente capaces, inteligentes, creativos y serios, pero que por alguna razón nunca logran hacer algo para alcanzar el éxito, aquellos que, aún con las cualidades y competencias para conseguir lo deseado, nunca despegaron del suelo, ni salieron de la mediocridad. ¿Por qué han sido malgastadas esas vidas? Por miedo.

Enfrentando el miedo

De todas las emociones, el miedo es el factor que causa más desperdicio de aptitudes humanas. Es la anticipación del peligro o sufrimiento. No permite lograr lo que se desea, porque se trata de evitar las experiencias penosas. Inmoviliza, incapacita para tomar decisiones y actuar.

La influencia del miedo deteriora la capacidad para:

  • Vender las cualidades propias, de un producto, servicio o empresa
  • Establecer mejores relaciones con los clientes (en el proceso de venta)
  • Cerrar ventas o buscar compradores de manera eficiente

El miedo impide establecer métodos productivos que conducen paso a paso al logro de los objetivos trazados y es el origen de las tres claves del fracaso:

  • Perfección inalcanzable
  • Falta de resolución
  • Parálisis

¿De qué nos asustamos?

La raíz del problema se encuentra en la mayoría de nosotros: sospechamos interiormente de que, en realidad, carecemos de valía.

¿Valemos?

Casi todos somos básicamente inseguros. Esta sospecha de que no valemos se manifiesta bajo la forma del miedo. Nos asusta que cualquier acción o decisión llegue a demostrar que no valemos. Cada encuentro o cada intento de realizarnos pone a prueba esta hipótesis, pero, cada éxito o realización nos abre la posibilidad de probar que somos bastantemente buenos y que podemos disipar el fantasma de la falta de valía

El miedo en el ámbito de las ventas

Muchas personas no poseen la fortaleza suficiente para soportar las presiones de la competencia en la venta y terminan abandonando esa actividad. Una actitud positiva permite vencer el miedo inicial. Debemos identificar esos miedos.

Una amenaza desconocida es mucho más intimidatoria que aquella a la que se puede dar nombre. Una vez que sabemos cuáles son esos miedos, estaremos en condiciones de superarlos. “Lo único que debemos de temer es el miedo mismo”.

Lo oscuro de las motivaciones

¿Es la venta una actividad digna y legítima? No solamente es valiosa, es vital, puesto que es el alma de nuestra economía. Todas las actividades dependen de las ventas, no hay nada que pueda progresar sin ellas.

Las ventas generan puestos de trabajo, que a su vez generan ingresos, fundamento que soporta la vida de los miembros de nuestra sociedad.

Muchas sociedades señalan al vendedor como el que explota al comprador. Pero el vendedor se porta mal únicamente cuando representa mal lo que está vendiendo, o si ejerce coacción o amenaza sobre el comprador. No es posible que el que el vendedor obligue a un cliente a comprar lo que este no está dispuesto a comprar. De esta forma, se hace necesario preparar al vendedor para que desarrolle su actividad de la manera correcta, destacando sus capacidades en un entorno ético y profesional.

El vendedor es un profesional capaz de:

  • Resolver problemas
  • Satisfacer necesidades
  • Enlazar a la empresa con el mercado

La venta consultiva busca:

  • Elevar la satisfacción de los clientes por encima de lo que estos hubieran logrado por ellos mismos.
  • Clave: presentarse ante clientes conscientes del problema y ayudarles a identificar el problema.

Determinación y consecución de objetivos

Todos poseemos la capacidad y la fuerza para hacer cualquier cosa que resulte necesaria a fin de garantizarnos el éxito en las ventas. Esta fuerza puede llevarnos a crear un futuro que jamás posiblemente hemos soñado. ¿Cómo podemos liberar ese potencial, desatar el poder y aprender a tener éxito?

Cristóbal Colon no solo navegó, sino que navegó hacia el oeste. Si deseamos crear un nuevo mundo de éxito, debemos elegir un objetivo o dirección concreto, de otra forma nuestras probabilidades serán pequeñas.

  • No podemos confiar en la inspiración
  • Existe un método sencillo para la determinación de los objetivos
  • Nuestro cerebro está equipado para operar en consecuencia

Autoimagen y psicocibernética

Para alcanzar nuestros objetivos, el cerebro humano y el sistema nervioso operan de acuerdo con los principios de la cibernética (gr. timonel). Nuestro cerebro y sistema nervioso son mecanismos que se esfuerzan en pro de los objetivos, nos gobiernan dirigiéndonos hacia el triunfo o el fracaso según como les hayamos ajustado y en función de los objetivos que tengamos fijados. Si nuestra autoimagen es de calidad inferior, o peor aún, negativa, estamos determinando objetivos de autolimitación o tal vez de fracaso.

El timonel que hay en nuestra cabeza actúa automáticamente de modo que nuestros logros sean pequeños o inexistentes. La autoimagen es la clave verdadera de la personalidad y de la conducta

Si estamos en condiciones de cambiar nuestra autoimagen y fijar objetivos más altos, podremos romper el caparazón que envuelve nuestra:

  • Personalidad
  • Conducta
  • Realización

Nuestra autoimagen no se cambia mediante el intelecto, sino por medio de la experiencia del éxito. Gracias a la experiencia, la naturaleza nos ofrece una ocasión para que este propósito pueda sintetizarse en la mente. El cerebro no distingue entre una experiencia real y otra que usted se haya imaginado.

Visualice el éxito

Debemos de escapar del poder hipnótico de creencias como:

  • No puedo
  • No valgo lo suficiente
  • Tengo limitaciones

Para ser más eficientes, debemos eliminar esas ideas autolimitadoras que crean esa imagen negativa. Para reemplazar los objetivos negativos por otros nuevos, tenemos que hacer un ejercicio de visualización.

Trabajar en pro de los objetivos

  • Después de ordenar el timonel mental hacia la dirección correcta, quedan ejercicios mentales, analíticos y prácticos para verificar nuestra meta

En la determinación de objetivos son muy importantes la planificación y la disciplina.

Estrategias efectivas de búsqueda de clientes/ventas potenciales

Buscar nuevos clientes y/o hacer nuevas ventas es caro, de aquí nace la necesidad de evitar avanzar sin rumbo y de recopilar los datos que faciliten nuestra meta.

Cuando un cliente afronta una dificultad que debe superar experimentará una necesidad. Nuestra parte es ayudarle a superar esa necesidad gracias a:

  • Nuestros productos
  • Soluciones

Estrategias efectivas de búsqueda de clientes/ventas potenciales

Una necesidad se compone de dos factores y de una (o varias) soluciones:

Factores:

  • Suma de problemas o dificultades
  • Preocupaciones

Todo esto genera motivaciones

Solución:

Vendrá de la mano de los productos o servicios que deseamos vender.

La facilidad con la cual el cliente adopte a la solución que le propongamos será sometida a dos principios:

  • Pertinencia
  • Credibilidad

Principio de pertinencia

Consiste en la aptitud, la eficacia, la conveniencia y la congruencia. Se da cuando proponemos a nuestro cliente una solución en relación a su necesidad. Posiblemente requiera adaptación

Principio de credibilidad

Cuanto más creíbles se presenten las soluciones ante el cliente, más posibilidades se tendrán de ser recibidos por él y de poder convencerle para que adopte nuestra propuesta.

¿A qué se debe este principio?

  • A la necesidad que tiene la gente de garantizara una buena compra
  • Si queremos que nos escuchen nuestro cliente debe tener la sensación de que nuestra propuesta es la adecuada
  • El principio de credibilidad es el que empujará a aceptar una visita, a escucharnos y después valorará la viabilidad para tomar la decisión final.

Así, pues, hay que vencer el miedo en cuestión de ventas. El miedo se vence por medio de la juiciosa planeación y la correcta aplicación de estrategias y principios de ventas.

El Lic. Marco Antonio Santa Cruz es MBA, profesor universitario, Director y Coach Empresarial de la organización SOS CONSULTA, de Guatemala.

lunes, 24 de octubre de 2011

Tu Misión y Objetivos

Por José Ramón García Melián

Un reciente ejercicio de rol en la práctica de Coaching con mi “intrépida” tutora Silvia Díaz, en el que ella hacía el papel de coachee, me ha permitido reflexionar en un aspecto de nuestra – digamos - gestión personal, con en el que quizás no contemos demasiado, puede que debido al ritmo tan trepidante que vivimos y que nos impide o dificulta tener una visión de hacia dónde vamos, de lo que queremos y del por qué, moviéndonos a veces como un pollo descabezado y yendo por nuestra vida de aquí para allá sin ton ni son.

¿Realmente somos conscientes de cuál es nuestra Misión en nuestra vida o en nuestro trabajo…? Puede que ni nos lo hayamos planteado. Decía Leon Tolstoi “Si no se tomara la vida como una misión, dejaría de ser vida para convertirse en infierno”, y un infierno es algunas veces lo que experimentamos las personas, quizás, porque no tenemos una Misión, o sea, un motivo, un fin, sino simplemente nos dejamos llevar. Una de las principales consecuencias de caminar sin un fin claro es la de sentirnos perdidos y sin una razón para el por qué, y con frecuencia no valorar realmente lo que somos y podemos hacer.

Quizás nos ayude a diferenciar entre nuestra misión y lo que son nuestros objetivos, si nos planteamos estos últimos como triunfos que están en nuestro mundo interior: tener salud, conseguir un trabajo con una buena remuneración (¡Hoy en día casi que nos contentaríamos con tener simplemente trabajo!), una buena casa, etc. Sin embargo para llegar a conocer lo que es nuestra misión, debemos buscar fuera de nosotros, en el mundo de los demás, y no tiene que ser necesariamente la misma que la de la Madre Teresa o la de Oskar Schindler (hombre de negocios reclutado por la SS a comienzos de la Segunda Guerra Mundial, que salvó de morir en los campos de concentración Nazis a unos 1200 judíos). Es más, yo soy de la opinión que no tenemos por qué tener una sola misión, podemos tener varias, pero todas ellas deben tener su sentido en el mundo de los otros. Me parece una ilustración adecuada a lo anterior el siguiente texto del poeta metafísico inglés del siglo XVI, John Donne:

Nadie es una isla, completo en sí mismo; cada hombre es un pedazo de continente, una parte de la tierra.; si el mar se lleva una porción de tierra, toda Europa queda disminuida, como si fuera un promontorio, o la casa de uno de tus amigos, o la tuya propia. La muerte de cualquier hombre me disminuye porque estoy ligado a la humanidad; por consiguiente, nunca hagas preguntar por quién doblan las campanas: doblan por ti.

Realmente lo que somos y hacemos tendrá mayor o menor sentido en la medida en que nos sintamos parte de los demás y obremos en consecuencia. Nuestra misión es nuestra declaración de intenciones a nosotros mismos y al mundo, ya sea en el campo laboral o en el personal, la verdad es que ambos están íntimamente relacionados. El tener una idea clara de cuál es nuestra misión y recordarla periódicamente es vital. Tengo la experiencia personal de haber trabajado en un servicio de emergencias junto a personas que todos los días se jugaban la vida para salvar la de otros, pues bien, algunos de ellos, lejos de estar motivados por esta circunstancia, habían perdido esa motivación y en ellos afloraba la desgana y la monotonía. Tuve la oportunidad de ayudar a alguno simplemente haciéndole recordar cuál era su misión, la de servir al ciudadano, y con ello recordar también el motivo de su vocación.

Quizás no sería mala idea en el desempeño del Coaching el recordar nosotros y hacerle recordar a nuestros coachees que cada uno de nosotros tiene una misión y ella es la que nos da sentido a lo que somos y hacemos.

(El autor es estudiante de Coaching Personal en TISOC. Puede contactar con el autor desde autores@tisoc.com).