Quien no innova, no general valor y está condenado a desaparecer.
Dr. Óscar Gutiérrez Naranjo
En el sector empresarial y de los negocios, sin duda alguna la creación de valor es una meta por cumplir, un objetivo trazado y de cuya concreción depende, en gran medida, no sólo la identidad de la organización o la idea de negocio, sino también, su solidez en el mercado. El valor se ha convertido en una necesidad, más aun en una época marcada por la globalización, donde la competencia es cada vez más cruda. No obstante, a pesar de la importancia del valor en este ámbito, no siempre se tiene claro cómo alcanzar ese valor.
La única forma de crear valor y de crecer en nuestro mundo actual, es por medio de la innovación. Y la innovación propone romper esquemas, salir de los parámetros convencionales, crear novedad, abrir las puertas a nuevos espacios con ofertas atrayentes, seguras y diferentes.
Si el producto o servicio que su negocio u empresa ofrece es original, ¡magnífico!, usted ya tiene ganado terreno en lo que respecta a la innovación; pero si su producto o servicio ya existe, entonces debe preocuparse por crear un valor agregado, que haga la diferencia con sus competidores.
Es claro que las empresas que no innovan están destinadas a perder o a desaparecer, pues en un mundo tan cambiante, limitarse a seguir prácticas inventadas o modelos ortodoxos no funciona ni lleva a ninguna parte. Los productos y servicios exitosos en el mercado corren el riesgo de ser imitados y con esto, a perder su capacidad para generar utilidades. Solamente mediante la creatividad y la innovación es posible mantener el éxito. La clave está en salirse de los patrones establecidos y en ser capaces de hacer algo diferente.
Las empresas interesadas en innovar deben conocer las múltiples opciones que hay para hacer de este propósito una realidad, y es que la innovación no debe venir, de manera obligatoria, del propio interior de la empresa; puede trabajarse conjuntamente con entidades oficiales y privadas interesadas en impulsar el semillero de emprendedores que hay en busca de un lugar en el mercado, con universidades y programas que apoyan ideas creativas, con incubadoras de empresas, etc. De esta forma, por ejemplo, han crecido las empresas en el mercado asiático. Y es que, repito, no importan si la innovación se hace dentro de la empresa o fuera de ella, lo importante es ir a la vanguardia en este tema.
Ya para terminar, presento una frase que motiva la reflexión del lector: para enfrentar con éxito la competencia en los negocios, la innovación debe convertirse en el pilar de la cultura de nuestras empresas.
(El autor es Administrador de Empresas de la ESAP. Trabaja como consultor en Bogotá, Colombia. Puede contactar con el autor desde autores@tisoc.com).
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