Dr. Ariel Orama López
autores@tisoc.com
En la
búsqueda de estrategias adecuadas para optimizar la relación personal con el
binomio mente-cuerpo y sobrellevar situaciones específicas, quizás nuestros
clientes hayan considerado adentrarse en el proceso de Coaching o
en la psicoterapia. Posiblemente hayan decidido consultarlo con sus colegas del
trabajo, sus familiares o incluso con una mejor amiga: “yo estoy con un Coach
Personal y me ha resultado muy bien… “mi terapista es excelente, yo llevo casi
un año con ella”… ¿por qué un terapista y no un coach?”... “no seas anticuado,
tú lo que necesitas es Coaching”.
¿Qué
es el Coaching?
¿Cuál es la función del coach? ¿Se considera un sustituto de la psicoterapia?
Las respuestas a estas preguntas no siempre han quedado claras para nuestros
clientes. Como ejecutores del Coaching, debemos ser capaces de explicar de
una forma simple en qué consiste nuestra profesión y reconocer sus distinciones
al compararlo con la psicoterapia.
Como
ya sabemos, el Coaching es
definido según la International Coach Federation como “una
relación profesional continua”, en la cual se utilizan una serie de preguntas
poderosas y creativas que maximizan el rendimiento de los clientes y los apoyan
en la acción de “producir resultados extraordinarios”. Bajo este
paradigma, el cliente es funcional y se considera el experto en su vida: el coach es
el experto en el Coaching,
sus técnicas y en el arte de preguntar. A través de preguntas efectivas y
creativas, el coach elabora un escenario co-creado con el
cliente o coachee, en el cual se establecen metas de acuerdo a los intereses
del último y se dirigen así a la acción.
Una
de las distinciones esenciales que se establece en el arte del Coaching es
que éste no corresponde a un proceso psicoterapéutico ni su ejecutor, el coach,
se denominará como un profesional de la salud. Es un error craso considerarlo
como un proceso sustituto a la psicoterapia y así queda estipulado por los
ejecutores de esta disciplina. Tanto la Internacional Coach Federation
(IAC) como la Internacional Association of Coaching (IAC) destacan
la importancia de referir a un profesional de la conducta humana u otro
especialista, particularmente si se manifiestan problemas emocionales o se
evidencia alguna sintomatología que interfiera en dicho proceso.
Otra distinción evidente del Coaching es
que éste no ausculta en el pasado, como lo efectúa la psicoterapia, a menos que
exista un fin e implicación en el futuro (ejemplo: “¿Qué aprendiste la primera
vez que hiciste determinada acción, que te apoyará a lograr determinada
meta”?). Por otra parte, las sesiones de Coaching pueden efectuarse por vía
telefónica, Internet u otros medios de comunicación versus la psicoterapia, que
aún valora la relación tradicional en un contexto fijo por las implicaciones
éticas, de salubridad y de confidencialidad (oficina privada, contexto
hospitalario, entre otros).
Algunos
puntos en los cuales tanto la psicoterapia como el Coaching convergen
son los siguientes: la utilización de preguntas abiertas (ejemplo: “¿qué es
para ti la creatividad? ¿cómo defines la estabilidad económica?”), la
utilización del lenguaje no verbal como herramienta para descubrir mensajes
incógnitos del interlocutor, el rapport, la utilización de
ejercicios especializados, la aplicación de sus técnicas de forma grupal o
individual, la elaboración de estándares para la profesión y el establecimiento
de un plan de acción. Ambas profesiones requieren un proceso de formación continua
y fomentan una relación profesional de acuerdo a un código de ética establecido
(como el de la APA, la IAC, la ICF y de otras organizaciones).
Una
vez el cliente haya reflexionado esta información presentada por usted y entre
ambos hayan analizado su situación actual, éste será capaz de determinar cuál
proceso resulta adecuado para su vida o la de sus seres allegados. Finalmente,
no olvidemos lo siguiente: el cliente tiene la última palabra.
Tabla I: Diferencias generales entre la
Psicoterapia y el Coaching
La Psicoterapia
|
El Coaching
|
Evoluciona de la medicina, la psicología
y la psiquiatría.
|
Evoluciona de los negocios y el
desarrollo personal.
|
El cliente requiere un proceso
terapéutico.
|
El cliente se concibe como funcional.
|
Se centra en las emociones y en los
eventos pasados y presentes.
|
Se centra en la acción y el futuro.
|
Explora la raíz de los problemas y la
solución de los mismos.
|
Se enfoca en la solución de problemas.
|
Utiliza técnicas terapéuticas validadas
empíricamente (ejemplo: Modificación de Conducta).
|
Utiliza técnicas especializadas como
parte de su metodología. Integra preguntas poderosas, creativas y dirigidas a
la acción (Ejemplo: Rueda de la Vida).
|
El plan de tratamiento se elabora a
partir de los signos, síntomas y el curso clínico.
|
Se establece un plan de acción adecuado,
de acuerdo a las metas planteadas por el cliente y su ejecución en la
realidad.
|
(El autor es psicologo clinico, Coach
Creativo Certificado (CCC), Coach Ejecutivo/Corporativo (CE) y Facilitador
Autorizado (FA) de CoachVille Spain & The International School of
Coaching.)
No hay comentarios:
Publicar un comentario