El libro de Steve Johnson "Sistemas emergentes"
me ha dejado unas últimas ideas que voy a compartir en este post. Surgen a
partir del funcionamiento que muestran las hormigas granívoras y que estudió en
profundidad Deborah Gordon.
1. Más es diferente.
De un lado porque hace falta una "masa crítica" para que las
propiedades emergentes puedan producirse. De otro, "sólo a través de la
observación del sistema completo en funcionamiento se hace evidente la conducta
global". Conectando con las organizaciones, nos sugiere que hay
características emergentes que no pueden surgir sin un determinado tamaño, así
como la importancia de poder tener una mirada global al sistema que constituye
la organización. Coger distancia para apreciarlo en sus dinámicas globales.
2. La ignorancia es útil.
"Los sistemas emergentes pueden volverse inmanejables cuando sus
componentes son excesivamente complicados. Es mejor construir un sistema
densamente interconectado con elementos simples y dejar que la conducta más
sofisticada aparezca paulatinamente". Cuanto más simple mejor. Demasiadas
veces encontramos organizaciones que han construido elementos enormemente
complejos, por ejemplo en la gestión por procesos o en la gestión del
conocimiento o en cuadros de mando muy sofisticados, y esos elementos han acabado
cogiendo vida propia y haciendo que la organización trabaje para ellos y no al
revés.
3. Alentar los encuentros casuales.
"Los sistemas descentralizados dependen fuertemente de las interacciones
casuales". Cuanto más contactos se generan en el sistema, más capacidad
tiene éste de enriquecerse y de producir un conocimiento compartido más rico.
Muchas de nuestras organizaciones quizás no respondan bien al calificativo de
"descentralizadas", sin embargo tienen una importante tendencia a
estar "departamentalizadas", lo que a efectos de lo que aquí se
menciona tiene características equivalentes: si no se produce un número
significativo de contactos casuales la organización pierde un enorme potencial.
4. Buscar patrones en los signos.
"Esta habilidad de detectar patrones permite que circule la
metainformación a través de la mente de la colonia: signos acerca de los
signos". En las organizaciones esos patrones nos ayudan a entender las
dinámicas profundas que funcionan en el sistema. Adquirir esa habilidad, que no
es otra cosa que una capacidad para percibir sistémicamente a la organización,
resulta cada vez más crucial para poder entender lo que pasa en su seno.
5. Prestar atención a los vecinos.
"La información local conduce a la sabiduría global". Las propiedades
emergentes en un sistema surgen de la interacción entre sus miembros. En el
caso de las hormigas no hay nadie que de órdenes, lo que cada una tiene que
hacer surge del contacto con sus vecinas. En el ámbito de las organizaciones no
nos resulta extraña la idea de lo importante que es "mirar al de al
lado". Por desgracia, la mayoría de las veces este "mirar al de al
lado" tiene más un carácter comparativo que una perspectiva de aprendizaje
y de búsqueda de articulación de lo que yo (o mi Departamento) hago con lo que
hace el que tengo al lado. Qué diferentes podrían ser las organizaciones si ese
mirar al de al lado tuviera este otro carácter.
Si tenéis interés en
conocer las características del funcionamiento de estas hormigas podéis
escuchar este video TED de Deborah Gordon:
Publicado por Enrique Sacanell, LDdC.
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