Self-Coaching: Una mirada hacia adentro
Dr. Ariel Orama López
autores@tisoc.com
En el mundo de las deidades, las musas y los centauros de
la mitología griega aparece el personaje de Quirón (Kheírôn). Esta figura
-recreada incluso en La Divina Comedia de Dante- evoca el simbolismo paradójico
del curador herido. Quirón era un gran médico (prudente y sabio), cuya
inmortalidad fue arrebatada accidentalmente por la flecha envenenada de
Heracles. La misión del “inferior” de los hijos de Cronos fue memorable: y así,
lacerado, se incorporó al territorio de los mortales.
¿Qué
sucedería si nuestra labor como coaches fuese desollada por la flecha de
Heracles? No estamos exentos, mis queridos colegas: hay que mirar hacia
adentro. Somos humanos y también enfrentamos circunstancias diversas. Por tal
razón, tanto en nuestro proceso de vida, como en el ámbito profesional, es
indispensable laborar con ese maravilloso coach que nos regala nuestro mundo
interior. A continuación, les ofrecemos algunas alternativas:
1. Dedique
20 minutos por la mañana a la escritura libre (diariamente): este ejercicio
sencillísimo le permitirá reconocer aquellas conversaciones internas que son
recurrentes e incluso sus mayores temores. No se asombre si aparecen nuevas
preguntas sobre su vida o halle respuestas inesperadas.
2. Reconozca sus sombras y sus héroes internos: ¿Qué
aspectos de mi ser limitan mi ejecución en la profesión? ¿Qué cualidades he
demostrado (incluso en los momentos de dificultad) que puedo utilizar para
salir adelante en esta nueva empresa? ¿Qué se interpone entre mi posición
actual en el contexto laboral y el ascenso? ¿Qué acciones he llevado
a cabo hoy para vencer mis miedos?
3. Establezca una conexión entre los distintos papeles de su vida:¿Qué
características de mi “yo” comunicador pueden ser beneficiosas para mejorar las
habilidades de mi “yo” coach? ¿Qué recursos internos puede aportar mi “yo”
padre de familia a mi “yo” directivo? Recuerde que sus distintas facetas están
a la merced de sus necesidades. Re-descubra el poder y las habilidades
asignadas arbitrariamente a los distintos papeles de su vida e intégrelos
en otros planos.
4. En sus conversaciones internas, elabore preguntas específicas,
con respuestas específicas: ¿Qué en realidad yo deseo? ¿Qué me falta
por llevar a cabo durante este mes? ¿Qué otras alternativas existen para mí?
¿Cuál es mi próximo paso, hoy? ¿Qué diez fortalezas desarrollaré de aquí a un
año?
5. Sea sutil y amoroso con usted: dedique tiempo en la
semana para premiarse y reconocer los logros obtenidos. Enfóquese en las
fortalezas que ha adquirido a lo largo de su trayectoria. De vez en cuando,
desconéctese de la función de coach y diviértase haciendo cosas diferentes. Sea
un coach amoroso consigo mismo y otórguese tiempo libre.
6. Sepa escuchar-se: Practique la reflexión silente. Su
mundo interior intenta competir con los estímulos sensoriales de la realidad.
Esté atento: su ser intenta comunicarse con usted a viva voz. Esto puede
manifestarse a través de un sueño, un dolor específico, un olvido casual…
escúchese.
7. Sintonice con sus emociones: ¿Qué siento cuando estoy
triste o enojado? ¿En qué parte del cuerpo lo siento? ¿Qué evoca en mí
determinado cliente? ¿Cómo sé que he conectado con mis clientes,
Aquí y Ahora? ¿Qué ocurre en mi organismo cuando tengo demasiados clientes (o
debería invertir menos energía en la función de coach)? ¿Qué sensaciones
experimento cuando intuyo que debo referir determinado coachee a otro colega?
8. Conecte con el Elemento Tierra: ¿Qué conversaciones
internas poseo sobre cobrar por mis servicios de coaching? ¿Cuán tangibles resultan
mis metas y objetivos? ¿Cómo se encuentra mi salud financiera? ¿Qué deberes y
responsabilidades personales/profesionales he postergado y son una prioridad en
mi vida?
9. Dialogue con los coaches internos de sus colegas: a
través de una conversación cotidiana, nuestros colegas pueden orientarnos sobre
cómo han manejado distintas situaciones personales y profesionales siendo
coaches. Quizás su coach interno tiene una pregunta específica para el coach
interno de su colega o éste tiene una respuesta que puede aportar a su
compañero de profesión. Conecte con otros coaches internos y cree alianzas
positivas.
Recordemos: en las etapas grises de la vida, es natural sentirse como
Quirón. Debemos reconocer el poder sublime e ilimitado que radica en nuestro
interior; esto, sin importar los escenarios de la vida. ¡Sí,
somos coaches: vivamos la experiencia! Recordemos que nuestra misión de vida
requiere lo mejor de nosotros en cada instante. ¿Qué esperamos para manifestar
nuestro poder?
Ya lo dijo Miguel de Unamuno: “Doy conmigo el universo entero. Para
ello tienes que hacerte universo, buscándolo dentro de ti. ¡Adentro!”
(El autor es psicólogo clínico, Coach Creativo
Certificado (CCC), Coach Ejecutivo/Corporativo (CE) y Facilitador Autorizado
(FA) de Coachville Spain/The Internacional School of Coaching.)
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